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Los empresarios de un polígono de Valdemoro denuncian los 'constantes' robos que sufren

Algunos dueños tienen perros de presa en las naves, y otros industriales duermen con armas

Oriol Güell

Los propietarios de las naves industriales del polígono Valmor, en Valdemoro, están 'hartos'. Dicen que ya no pueden aguantar por más tiempo los 'constantes' robos que se producen en sus negocios y que les quiten sus mercancías con los más variados métodos: estrellando furgonetas contra las puertas, forzando los accesos e incluso reventando los techos. Siempre al abrigo de la noche, más de 20 negocios han sido asaltados en el último mes. La Guardia Civil admite el aumento de los asaltos, pero asegura que Valmor es un polígono muy difícil de vigilar.

Julia San Martín tiene un negocio de moda. Llegó a Valmor hace un mes, donde compró una nave con la ilusión de ampliar su empresa. No tuvo casi tiempo de abrir las cajas del traslado: una noche, hace dos semanas, los cacos forzaron la puerta y le quitaron toda la ropa de la temporada de invierno: 'Ya estaban las prendas hechas, empaquetadas y vendidas. Sólo quedaba servirlas. Valían 48.000 euros. Ha sido un golpe tremendo, porque aún no teníamos contratado el seguro', se lamenta San Martín.

Como ella, aproximadamente otros veinte empresarios del polígono han visto cómo sus negocios eran asaltados al abrigo de la noche. Cada uno ha elegido su propio sistema de defensa ante los asaltos. Julia San Martín quiere convertir su nave en un búnker. Mientras tanto, lleva durmiendo en la nave desde el día del robo para evitar nuevos robos, siempre acompañada de su marido y dos grandes perros rottweiler.

José Fernández, dueño de una carpintería, tambiém durmió una semana en su negocio. 'Me robaron todas las máquinas ligeras. Las volví a comprar, pero me las volvieron a robar otra vez hace dos semanas', denuncia Fernández. El método utilizado por los cacos fue en esta ocasión más contundente: estrellaron una furgoneta contra la puerta, la hicieron añicos y huyeron con todo lo que pudieron coger. Fernández confiesa que durmió durante la semana posterior al robo en la nave 'con la escopeta de caza cargada'.

A Antonio Ortega, un distribuidor de embutidos vecino, le reventaron la puerta por el mismo sistema el pasado domingo. 'Es una constante. A cinco naves vecinas les ha sucedido lo mismo en este verano', se queja.

Los empresarios llevan semanas pidiendo que aumente la vigilancia policial en el polígono. El Ayuntamiento dice que no es competencia suya: 'La vigilancia de los polígonos es competencia de la Guardia Civil', señala un portavoz municipal.

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La Guardia Civil admite que los robos en el polígono han aumentado, pero explica que es una zona dificil de controlar. El Valmor es un polígono grande, sin vallar, sin iluminación por la noche y con acceso directo a dos grandes vías de comunicación: la M-404 y la carretera de Andalucía, explica un portavoz de la Guardia Civil en Madrid. 'Sólo en Valdemoro hay otros seis polígonos industriales para vigilar', añade este portavoz, que insiste en que, 'pese a todo, los robos en la demarcación de Valdemoro han bajado un 15% en el último año'.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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