Restauradoras en marcha

A pesar de que el ganador de esta cuarta edición del certamen ha sido un proyecto de biología, los estudiantes de Bellas Artes parecen ser los más emprendedores. El balance para esta licenciatura se resume en cuatro proyectos presentados sobre un total de 18, dos de ellos premiados.

María Ángeles Molero ha conseguido el segundo premio. Se presentó con un proyecto de restauración de obras de arte llamada Escuela de Flandes, en la que participan Molero y dos socias más, todas licenciadas en Bellas Artes.

Los 4.500 euros que ha conseguido con el premio le servirán para terminar de arreglar el local donde van a trabajar y para empezar a funcionar.

María Ángeles y sus compañeras de aventura tienen experiencia en el sector ya que han trabajado tres años en diversas empresas de restauración. Molero comenta que 'el desacuerdo con los métodos de trabajo nos empujó a comenzar nuestra propia empresa'.

Escuela de Flandes, dice Molero, ofrecerá novedades en el sector de la restauración, 'hasta ahora dedicado casi en exclusiva, al menos en Granada, a las instituciones oficiales o la Iglesia'. La empresa premiada, por ejemplo, tiene previsto restaurar obras de arte o patrimonio antiguo a particulares.

Stucco es la empresa ganadora del tercer premio, 3.000 euros, también dedicada a restauración. Su peculiaridad es que es la única que ya está en marcha. Matilde Jiménez, licenciada en Bellas Artes, la puso en marcha con dos compañeras más a principios de este año.

Su trabajo ya se puede ver, por ejemplo, en la restauración de la Fuente de Bib-Rambla en Granada, ya terminada, o en una restauración de un mural en el Convento de las Mínimas en Vera (Almería), obra aún en marcha. Las cosas les van bien y, según Jiménez, de la necesidad de autoempleo han pasado a la necesidad de contratar a más gente que les eche una mano. Así pues, las humanidades y el medioambiente suben y las nuevas tecnologías bajan.