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26.000 leganenses depositan ya sus basuras en una red de aire a presión

F. Javier Barroso

Más de 8.000 viviendas del populoso barrio de Zarzaquemada, en Leganés (173.000 habitantes), se han sumado este verano a la recogida neumática de residuos. Ésta consiste en introducir las bolsas de basura en los buzones verdes y amarillos colocados en las calles. A través de tuberías subterráneas y gracias a la fuerza del aire a presión, llegan a la planta de tratamiento, donde son prensados en grandes cisternas, que después son trasladadas en camiones a los vertederos.

La recogida neumática comenzó a funcionar en España hace ahora 10 años en la Villa Olímpica de Barcelona. Después fue el barrio de Leganés Norte el que se sumó a este caro procedimiento de recogida de basura. El alto coste de la inversión hace que muchos ayuntamientos hayan rechazado su instalación. Por su parte, el Ayuntamiento leganense ha decidido extenderlo por todo el municipio, dado que evita las continuas molestias a los vecinos con la recogida en camiones por la noche y se reduce el gasto en personal o en contratas, según fuentes municipales.

La nueva central recogerá 19.000 kilos diarios de desperdicios procedentes de basura domiciliaria. Su construcción ha supuesto una inversión de 3,7 millones de euros, lo que representa 458 euros por cada una de las 8.071 viviendas a las que dará servicio. El Ayuntamiento ha instalado 302 buzones verdes y amarillos. Estos últimos se destinarán a las bolsas de envases y residuos inorgánicos.

Control informático

La recogida de las bolsas depositadas por los leganenses se controla desde la central. A través de un módem, se cierran momentáneamente los buzones y cuatro potentes motores, con 150 caballos de vapor de potencia cada uno, generan un fuerte chorro de aire que traslada las bolsas de basura hasta la central. El sistema informático controla los cinco kilómetros de tuberías subterráneas y permite conocer en todo momento el estado de las mismas. Además, sirve para detectar cualquier anomalía o avería.

También se han instalado válvulas de toma de aire más silenciosas en las aceras para evitar molestias a los vecinos. Tienen un tamaño menor que las previstas en el proyecto inicial.

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Algunos vecinos de Zarzaquemada Norte se habían quejado al Ayuntamiento en los últimos días de los olores que generaba la central, sobre todo, los procedentes del aire utilizado para la conducción de las bolsas. El alcalde de Leganés, el socialista José Luis Pérez Ráez, y el concejal de Medio Ambiente, Francisco Nogales, de IU, explicaron durante una visita a la central que el aire pasa por cuatro filtros antes de ser devuelto a la atmósfera. Los dos primeros son capaces de retener partículas de hasta un tamaño de 65 micras y los dos últimos, con carbono activo, 'dejan el aire más limpio que cuando fue absorbido de la atmósfera', según explicó un técnico de la compañía instaladora de la central.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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