'Ha'aretz', un refugio de imparcialidad
La ola de violencia que ha sacudido Oriente Próximo durante los dos últimos años ha hecho que los medios de comunicación israelíes se hayan alineado de forma prácticamente incondicional con las políticas aplicadas por el Gobierno. Primero, con el presidido por el laborista Ehud Barak, y luego, con la actual coalición de unidad nacional que preside Ariel Sharon. Este fenómeno se ha apreciado especialmente en los medios audiovisuales y radiofónicos, aunque también en la prensa escrita, que ha experimentado un proceso de derechización paralelo a la evolución de la propia sociedad israelí, hastiada por la Intifada palestina. Aun dentro de este contexto de guerra de baja intensidad, el diario Ha'aretz (El País, en hebreo) mantiene una línea informativa y editorial equilibrada, que no se deja llevar por la emoción del momento, sino por las directrices impartidas por la redacción, fruto de seminarios y debates internos, así como de la interacción diaria con sus lectores.
Rosner, redactor jefe: 'Dedicamos el espacio al conflicto con los palestinos, contrastando las fuentes y comprobando la verosimilitud de la información'
Podríamos decir que, a diferencia de todos estos diarios, que presentan un enfoque muy etnocéntrico a la hora de tratar el conflicto con los palestinos, Ha'aretz se caracteriza por presentar también el ángulo palestino de la compleja realidad que se vive en Oriente Próximo. 'Disponemos de dos corresponsales en los territorios palestinos, así como varios columnistas y analistas especializados que escriben regularmente para nosotros', asegura Samuel Rosner, el redactor jefe de Ha'aretz. Con sólo 34 años, lleva ya tres a cargo de la información que publica el periódico, al que define como 'liberal, tanto en lo político como en lo económico, lo que nos hace tender a la izquierda en lo primero y a la derecha en lo segundo'.
Con una tirada entre semana de 100.000 ejemplares (75.000 de su edición en hebreo y otros 25.000 de la inglesa, que se entrega junto con International Herald Tribune) y 125.000 durante el fin de semana (incremento de unos 20.000 en hebreo y otros 5.000 en inglés), Ha'aretz ocupa la tercera posición en el ranking, detrás de Yediot, que llega a alcanzar una tirada de 300.000, y Ma'ariv, que supera los 200.000. Sin embargo, sobrepasa a sus competidores en cuanto a la calidad que ofrece. 'Insistimos en nuestro derecho a proveer información, y no sólo grandes fotos y titulares', reclama Rosner desde su despacho de Tel Aviv.
'Hoy en día dedicamos la mayor parte del espacio a tratar el conflicto con los palestinos, que es lo que la gente quiere leer', comenta Rosner, 'pero lo hacemos contrastando las diferentes fuentes y comprobando la verosimilitud de la información', añade. El joven redactor jefe pone por ejemplo lo ocurrido tras la operación militar contra el campo de refugiados de Yenín que tuvo lugar a principios del pasado mes de abril, dentro de la campaña Muro Protector, lanzada por el Ejército israelí en Cisjordania. 'Dos días después de que se retirasen los carros de combate, nosotros certificamos que no se había producido una matanza, algo que expusimos mediante un importante editorial, mientras los medios internacionales daban por cierta la versión palestina', se congratula Rosner, quien explica cómo las entrevistas con soldados que participaron en la operación y la inmediata presencia sobre el terreno de su corresponsal de asuntos palestinos, Amira Hass, les permitió desmentir una falsa versión. Otras veces ha sido la información de Gideon Levy, que no vive, pero que se desplaza a menudo a los territorios palestinos.
Asimismo, Rosner comenta cómo les ocurrió precisamente lo contrario cuando en el mes de enero las excavadoras militares destruyeron decenas de viviendas palestinas en el campo de refugiados de Rafá, situado en la frontera entre la franja de Gaza y Egipto. 'Entonces nosotros dijimos que habían demolido viviendas que estaban habitadas, cuando el Ejército dijo que todos los inmuebles estaban vacíos, pero luego se comprobó que esto no era así y que nosotros teníamos razón', agrega.
Información complicada
En una realidad informativa tan sumamente complicada como la de la Intifada 'siempre hay varias versiones, y la clave está en examinar todas y cada una de ellas, comprobar la fiabilidad de las fuentes y aplicar el sentido común', sentencia Rosner. Esta línea informativa y editorial, rigurosa e independiente de los poderes públicos, supone el gran valor añadido que Ha'aretz aporta al debate público en Israel, haciendo así un gran servicio a la libertad de prensa que tiende siempre a eclipsarse en tiempos de guerra. Mientras que los demás periódicos multiplican la resonancia de las muertes propias y difuminan las ajenas, Ha'aretz continúa rasgando el velo de la autocensura que se genera a partir de la línea verde, en el caso de Cisjordania, y la verja electrificada de separación en el caso de la franja de Gaza.
Panorama de la prensa israelí
AUNQUE LA PRENSA ISRAELÍ NACIÓ vinculada a partidos y sindicatos, hoy día se mueve por intereses más comerciales que ideológicos. De hecho, los analistas de la prensa piensan que incluso los diarios más próximos al actual Gobierno, nucleado por el partido nacionalista Likud, como son el Ma'ariv y el Yediot Ajaronot, estarían dispuestos a destapar cualquier escándalo, aunque éste pusiera en peligro la estabilidad de la coalición gubernamental con tal de atraer a un mayor número de lectores. Tanto Ma'ariv como Yediot Ajaronot son tabloides que presentan grandes fotografías e impactantes titulares, y son poco rigurosos a la hora de tratar la información, aunque ambos son bastante similares. Mientras que el primero podría definirse como conservador, el segundo es más bien de carácter populista. Luego está el Hatzofeh, que en este caso sí está afiliado al Mafdal, el Partido Nacional Religioso, con gran aceptación entre los colonos de los asentamientos. Entre los diarios destaca también el Jerusalem Post, editado en inglés, tanto en Israel como en Estados Unidos, que cuenta además con una edición semanal que se distribuye internacionalmente mediante suscripción. Además de estos diarios de información general, hay otros periódicos dirigidos a segmentos muy concretos de la población, como pueden ser el Yeted Ne'eman, principal semanario orientado a los ultraortodoxos sefardíes del Shas, o el Hamodin, dirigido a los ultraortodoxos askenazíes representados por el partido Judaísmo Unido de la Torá. Y también periódicos en ruso y rumano, dirigidos a los nuevos inmigrantes de las repúblicas ex soviéticas y a trabajadores centroeuropeos.
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