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Los empresarios del mueble pierden confianza en una recuperación a corto plazo del sector

Una encuesta muestra el deterioro de expectativas, que refrendan los datos de exportación

Corren tiempos difíciles para el sector del mueble, que se enfrenta al estancamiento del consumo doméstico y a una pronunciada bajada de exportaciones. El descenso exportador afectó antes a la Comunidad Valenciana, aunque los datos del primer semestre indican que todo el sector español sufre la misma situación. La crisis económica internacional y el retraimiento del consumo doméstico, pero también una cierta tendencia hacia el mueble moderno, son factores que explican la situación. Una encuesta del sector, además, evidencia que el pesimismo crece entre los empresarios.

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La Comunidad Valenciana concentra alrededor del 25% de la fabricación nacional de muebles -con una industria de madera y mueble que exporta el 23% de la producción - y el 30% de la exportación española. Por ello, en el sector se le atribuye un papel de barómetro: la primera que nota un despegue exportador o un retraimiento. Las últimas cifras de exportación parecen reforzar esta argumentación, ya que si el balance del año pasado mostraba que mientras las ventas valencianas al exterior descendieron un 4,5%, las del conjunto español crecían casi un 4%, en el primer semestre de 2002 las exportaciones españolas de muebles bajaron más que las valencianas. En conjunto, el mueble español redujo un 13,6% sus ventas al exterior. El descenso en el caso valenciano fue del 12,9% y en Cataluña y el País Vasco, las otras dos grandes autonomías productoras, fue del 18,6% y del 15%, respectivamente. Los datos de importación también reflejan la incertidumbre del mercado doméstico. La compra de muebles al extranjero cayó un 6,8%.

El mueble español, y el valenciano en concreto, tiene gran dependencia de Europa, que absorbe casi un 70% de las ventas al exterior. La delicada situación de las principales economías europeas, como Alemania o Francia (el primer cliente) explican un descenso de las exportaciones que no afecta sólo al mueble clásico, también la hace al moderno. La situación internacional también explicaría el comportamiento de dos de los primeros clientes extranjeros del mueble valenciano: los Emiratos Árabes y Arabia Saudí, compradores principalmente de mueble clásico. La exportación a estos países bajó en 2001 un 23% y un 19,2%, respectivamente. La recesión, agudizada tras el 11-S, ahondó una situación que venía de antes.

La Comunidad Valenciana, además, tiene una industria 'puntera' en mueble clásico, según recuerda un informe del Instituto Valenciano de la Exportación. Esta producción supone en torno al 45% del total. El sector admite que el mueble moderno gana terreno al clásico, especialmente en Europa, y la tendencia, lógicamente, afecta más a quien más producto clásico fabrica.

Con este contexto es fácil entender que el sector esté preocupado y que algunas empresas pasen por un mal momento. La incertidumbre se refleja en el Informe de Expectativas Empresariales para el tercer trimestre del año realizado por el Observatorio del Mueble, del instituto tecnológico Aidima. El informe, realizado en junio, recoge opiniones más pesimistas que las obtenidas tres meses antes. De hecho, el porcentaje de empresarios que confiaba en un aumento de ventas en España descendió de un 34,4% a un 25,6%. El mismo panorama se dibuja en las exportaciones, ya que un 13,3% apostaba por un aumento frente a un 21,1% en marzo. En ambos casos, el porcentaje de empresarios que preveía un descenso de ventas supera al que esperaba una mejora, mientras que los que consideran que se mantendrán las ventas (en un contexto de bajada) suponían el 47,8% para el mercado interno y del 68% para las exportaciones.

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El estancamiento no afecta a todo el sector ni a todas las empresas por igual, ya que muchas de ellas siguen mejorando sus cifras. Y hay voces, en esta línea, que defiende que las crisis son más de empresas que de sectores. Con todo, esta semana la organización de la Feria del Mueble (FIM) quiso lanzar un mensaje de optimismo con la confianza de que el certamen suponga un punto de inflexión y reactive el sector.

El secretario general de la Federación Española del Mueble (Federmueble), Francisco Pons, recuerda que el mueble 'no es un artículo de primera necesidad', que se resiente con el miedo que existe en el mercado europeo y la ralentización del consumo interno. Pons explica que la crisis de la primera mitad de los noventa se tradujo en un impulso de la industria auxiliar y cree que es el momento de dar otra 'vuelta de tuerca' y ahondar en la cooperación y en las alianzas entre empresas. También recuerda que el sector ha pedido en reiteradas ocasiones que la compra de muebles desgrave en la declaración de la renta.

Pons hace una 'llamada al optimismo' y aunque considera que una feria 'va como va el sector', defiende la solidez de estas industrias, al tiempo que cree que su menor tamaño (más del 94% tiene menos de 20 empleados) les hace aguantar 'mejor' los malos tiempos. Sobre el sector valenciano dice que la incorporación de diseño y de innovación es superior al del resto. Pero también hay quien piensa que la apuesta no es lo suficientemente decidida. Tras la feria será el momento de balances. 'Que pase la feria y después reflexionaremos', resume Pons.

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