Ericsson reduce en casi una tercera parte su plantilla en España y Alcatel anuncia más ajustes
Los sindicatos piden una reunión a Piqué por los despidos masivos en telecomunicaciones
La crisis de las telecomunicaciones sigue pasando factura en forma de recortes masivos de plantillas. En la línea de otros fabricantes de equipos, Ericsson España anunció ayer que llevará a cabo un nuevo ajuste de personal que afectará a 700 empleados, lo que representa casi un tercio de la plantilla total, que suma 2.400 efectivos. Pero no es la única mala noticia. Alcatel anunció ayer un ajuste adicional a escala mundial de 10.000 nuevos empleos que, probablemente, tendrá también sus efectos en España. Los sindicatos han pedido una reunión al ministro Josep Piqué ante esta oleada de ajustes.
La sangría de puestos de trabajo en el sector de telecomunicaciones parece no tener fin. La dirección de Ericsson España anunció ayer un nuevo ajuste de personal que afectará a unos 700 empleados, casi el 30% de su plantilla, que asciende a 2.400 trabajadores. Este ajuste afectará a la factoría de Zamudio (Vizcaya), a los centros de I +D y de atención de GSM, ambos en Madrid, y a todo el departamento comercial.
La compañía explicó que el ajuste se inscribe en los planes de la multinacional sueca a escala mundial de reducir costes, y de adaptar la plantilla al tamaño real del mercado y adecuar la estructura del grupo a los cambios tecnológicos que se están produciendo en el ámbito de la telefonía fija. En este sentido, el consejero delegado de Ericsson España, Ingemar Naeve, se refirió, en un comunicado, al 'continuo deterioro de las condiciones del mercado en España y en el resto del mundo, que se ha acelerado en los últimos meses'.
Estas medidas a escala mundial fueron anunciadas en julio pasado, durante la presentación de los resultados del segundo trimestre, en los que presentó unas pérdidas de 3.484 millones de coronas (383 millones de euros). Entonces, la firma anunció una nueva tanda de 5.000 despidos para ahorrar costes y su objetivo es dejar la plantilla en 60.000 personas a final de 2003, cuando en 2000 tenía 105.000.
Ericsson no es el único fabricante de telecomunicaciones con problemas. La compañía francesa Alcatel contuvo ayer su desplome bursátil tras anunciar un recorte de otros 9.000 empleos de ahora a finales de 2003, además de los 10.000 ya anunciados en junio pasado para el mismo periodo. Las perspectivas de Alcatel, que encadena un plan de reestructuración tras otro, consisten en terminar el año 2003 con casi un 50% menos de la fuerza de trabajo disponible a finales de 2000: de las 115.000 personas que empleaba entonces, Alcatel se fija ahora el objetivo de 60.000 el año próximo.
El nuevo ajuste de la compañía francesa tendrá, con casi toda seguridad, repercusión en España, según fuentes sindicales, aunque la dirección de Alcatel no dio detalles ayer sobre este extremo. En España, la empresa ya tiene en marcha actualmente un expediente de regulación para 1.300 empleados de una plantilla de 4.300 trabajadores. La venta de su factoría de Toledo, que empleaba a 500 trabajadores, y la salida de la empresa de otros 800 en forma de prejubilaciones y bajas incentivadas dejará en 3.000 la plantilla a final de año, sin contar el impacto adicional que puede tener el recorte anunciado ayer. Ese impacto puede conocerse el lunes, en la reunión que mantendrá el comité de empresa europeo de Alcatel con la dirección.
Antes de esta oleada de despidos, que también ha afectado a otras empresas del sector implantadas en España (Sanmina, Flextronics, Agere, Lucent, Xfera, Vodafone, Jazztel, Avanzit), UGT anunció que pedirá una reunión con el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, para buscar soluciones a esta crisis. El sindicato lamenta la falta de comunicación por parte de las compañías y denuncian que las 'multinacionales se pasan por el forro' las normativas europeas sobre la información a los comités de empresa. Así, insisten en que la Comisión Europea debería tomar medidas 'carácter general en Europa para anticiparse a nuevos ajustes en el sector'.
Los sindicatos franceses también han pedido la intervención del Estado para 'detener la matanza' en Alcatel, mientras el Partido Comunista denunciaba la nueva oleada de 'despidos bursátiles'. El nuevo recorte de empleos en Alcatel se confirmó al día siguiente de que el título cayera a 2,48 euros en la Bolsa de París, la cotización más baja desde que se produjo la privatización de la compañía, a mediados de los años ochenta.
Recuperación en Bolsa
Toda la semana había sido dramática para el título de Alcatel, que perdió un 30% desde el lunes pasado. A primera hora de ayer continuaba la caída -llegó al mínimo histórico de 2,13 euros- hasta que el clarinazo del anuncio de nuevos recortes se tradujo en una recuperación. El título subió un 7,57%, hasta los 2,70 euros.
Los sindicatos condenan la estrategia del presidente, Serge Tchuruk, que 'se equivocó al centrarse sólo en las telecomunicaciones'. A la cabeza del grupo desde 1995, Tchuruk decidió en 1998 que Alcatel debía centrarse en el sector de la fabricación de equipos, aprovechando lo que entonces se prevía como una explosión del mercado de las telecomunicaciones, abandonando sus actividades en el transporte, la energía y la defensa.
Alcatel ha reducido, además, su previsión de cifra de negocio para el segundo semestre, que espera sea inferior en un 10% a la del primer semestre, confirmándose así que no hay perspectivas de recuperación en el sector.
La crisis afecta también a las compañías estadounidenses. Ciena, especializado en la fabricación de redes ópticas, ha decidido suprimir otros 450 empleos, con lo que eleva a 1.500 puestos el ajuste de plantilla realizado este año.
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