_
_
_
_
_

"Nunca he tenido vocación futbolística"

Javier Aguirre (Ciudad de México, 1958), ex seleccionador mexicano y actual entrenador de Osasuna, se autodefine como 'un cínico' ante los retos difíciles. Reconoce que no tiene vocación futbolística, que ama el béisbol y el fútbol americano y que no se ve en el banquillo en tres años. De momento, tiene el reto de Osasuna, en el que jugó en 1986, y hoy se enfrenta al Madrid (20.30, Teletaquilla), el mejor equipo del mundo en su opinión.

Pregunta. ¿Cuándo le enganchó el fútbol?

Respuesta. Por accidente. Con 16 o 17 años, jugaba al fútbol en la calle, como al béisbol o al fútbol americano, y corría en bicicleta. Un año decidí no estudiar y mi padre me puso a trabajar. Entonces empecé a jugar al fútbol. Algun ojeador se fijó y me sacó del trabajo para hacerme profesional. Tuve que dejar el cigarro, el pelo largo, volver a la universidad [es administrador de empresas], dejar mis vicios de jugar al billar y ser un vago... Volví al redil.

'Si en la tele dan una película y un partido, veo la película. El del Madrid en Roma lo vi porque era el siguiente rival'

P. Pero la afición le llegaría antes...

R. No, no. Yo hoy disfruto más de un partido de béisbol o de fútbol americano que de uno de fútbol. No tengo vocación futbolística. No miento. Si una cadena de televisión da una buena película y otra un partido de fútbol, veo la película. El Roma-Madrid lo tuve que ver porque es mi siguiente rival. Es raro esto que digo, pero es así. Tengo 43 años y ya me veo dentro de dos o tres fuera del fútbol, del banquillo por lo menos. Me conozco, no tengo vocación.

P. ¿El papel del técnico es mucho más complejo ahora que cuando usted era jugador?

R. Al técnico, antes, la única condición que se le pedía era que hubiera sido jugador. Eso ayudaba, pero hoy no te alcanza. Hoy tienes que saber medicina y preparación física. Debes saber expresarte, tener una cultura general amplia -en mi caso, soy universitario y hablo dos idiomas-, manejar el ordenador... Aparte de haber jugado 15 años, tienes que tener un plus; tener conocimientos de psicología, que son fundamentales. La gran diferencia, hoy, en los equipos de fútbol es el manejo del técnico con sus jugadores. El gran éxito de Del Bosque es el manejo de las figuras. Eso me parece extraordinario porque no es fácil decirle a un jugador que gana seis millones de euros: 'Tú no juegas ni vas al banquillo'. Eso es una bomba en el vestuario. Ésa es la diferencia. Porque al fútbol jugamos todos. Pero vete tú a la psicología del jugador, vete tú a hablar con gente que gana mucho dinero, pero que también sufre. Ahí funciona el técnico. Yo soy de esa escuela, de hablar mucho con el jugador.

P. ¿Le dio miedo venir a un club como Osasuna?

R. Yo soy un cínico. Miedo, no. Confieso que esa caradura que tengo me permite a mi decirle que sí a la selección mexicana cuando estaba en un agujero profundo. Y ahora pasa igual. Yo lo tomo porque, si no, sería muy aburrida la vida. Soy un tipo verdaderamente nómada por naturaleza, hijo de inmigrantes. Pero, por otra parte, soy un convencido de que la vida debe tener algún sentido, algún reto que te mantenga alerta, despierto, vigente, activo, vivo.

P. Y el reto se encuentra al principio de la Liga con el Deportivo y ahora con el Madrid.

R. Como que me tomaron la palabra. '¡Ah! ¿que eres un cínico? Pues toma cinco partidos de miedo'. Porque después del Madrid viene la Real y luego voy a Barcelona. No me extrañaría que después de cinco jornadas sigamos donde estamos ahora.

P. El fútbol también necesita una literatura en el entorno

R. Yo creo que hace falta. He tenido la oportunidad de charlar con Menotti, he sido jugador suyo, y con Valdano hablé una vez. Todos somos parte de lo mismo: gente que disfruta con su profesión y tiene un niño dentro que no se olvida. Al final, déjense de tonterías porque es un juego. Del que comemos, pero es un balón que rueda y hay que pegarle. Yo veo un balón y lo devuelvo con el pie, no con la mano. Menotti decía: 'Voy a hablaros'. Y, si te sentabas encima del balón para escucharle, te decía: '¡Eh!, arriba; el balón, con el pie, no con el culo'.

P. ¿Mejor que hoy no esté Ronaldo?

R. Mejor que esté Ronaldo. El Madrid lo ven en muchas partes, pero con Ronaldo lo ven en todo el mundo. Es una oportunidad histórica para Osasuna. Yo entreno a Yanguas, a Mateo... Lo otro me trasciende. No puedo controlarlo. El árbitro está para encauzar el partido. Aquí mismo, ahora, no vemos ningún policía, pero sabemos que no te puedes saltar un semáforo en rojo. Pues en el fútbol, igual.

Javier Aguirre, técnico de Osasuna.
Javier Aguirre, técnico de Osasuna.LUIS AZANZA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_