China arrasa
China es el país que más inversión extranjera directa ha captado de todos los del sureste asiático y es uno de los que mejores perspectivas tiene de seguir por esa senda en todo el mundo. El flujo de capital extranjero hacia la economía aumentó un 15% en 2001, hasta los 47.000 millones de dólares. Los expertos de la UNCTAD prevén que esta tendencia se mantenga durante este año y que el flujo de capital suba incluso un 19%.
La UNCTAD indica que la inversión extranjera directa (IED) juega un papel muy importante en la economía china, ya que las filiales de compañías extranjeras asentadas en el país representan un 23% del valor añadido total de la industria, el 18% de los ingresos fiscales y el 48% de las exportaciones.
El caso chino es similar al de Irlanda o Hungría, por ejemplo, donde las filiales de empresas extranjeras representan el 90% y el 86%, respectivamente, del total de las exportaciones nacionales.
Gracias a la inversión y al establecimiento de empresas extranjeras, China ha ganado 4,5 puntos porcentuales de cuota en el comercio mundial entre 1985 y 2000. España, gracias a la presencia, sobre todo de empresas automovilísticas extranjeras, ha arrebatado en esos cinco años 0,5 puntos al total de las transacciones internacionales.
En el resto del sureste asiático, el flujo de inversión extranjera directa descendió un 24% durante el año pasado, con 102.000 millones de dólares frente a los 134.000 de 2000, pero este retroceso se debe principalmente a la caída de la inversión en el territorio chino de Hong Kong, donde se redujo un 60% con respecto al nivel récord alcanzado en 2000 de 62.000 millones de dólares. La parte porcentual de la región en la captación mundial de inversiones creció del 9% al 14%.
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