Manuel Medina reflexiona en un libro sobre la historia contemporánea de Andalucía

No es casualidad que Andalucía haya sido el eje central del último libro del historiador Manuel Medina Casado (Lopera, Jaén). 'Lo mío es un compromiso político y ético', asevera el autor de Andalucía: historia y compromiso, donde se repasan diversos aspectos de la historia contemporánea de la comunidad con un claro matiz cultural y andalucista.

Medina propone en este libro, editado por el Centro de Estudios Históricos de Andalucía y patrocinado por la Caja de Jaén, una gran variedad de contenidos que van desde las fuentes bibliográficas más relevantes de la cultura andaluza a la vida y la obra de Blas Infante, pasando por la influencia del franquismo en la región y desembocando en la transición y en un retrato de la Andalucía actual.

'El libro quiere ser, además de un aporte de datos, interpretación de los mismos, reflexión sobre hechos y obras, un testimonio de una persona que vive en la feria andaluza (Jaén), que trabaja en la enseñanza y que, a pesar de haber participado en la vida política, optó por la cultura y dentro de ella por la historia', explica Medina, antiguo activista del Partido Andalucista y vicepresidente del Centro de Estudios Históricos de Andalucía.

El capítulo dedicado a Blas Infante es uno de los más extensos de este libro. A su juicio, la vida y la obra de este político no se conocerá con nitidez hasta que vean la luz estudios que incluyan las siguientes fuentes documentales: la totalidad de las fichas bibliográficas de la biblioteca de Blas Infante, la totalidad de sus manuscritos y de los protocolos notariales que realizó, así como todos los procesos en los que participó como abogado.

Otro de los capítulos que destila la ideología andalucista del autor es el que reflexiona sobre las causas que hicieron posible la autonomía. Entre éstas destaca la alta concentración de población asalariada y urbana en las provincias de Córdoba, Málaga, Sevilla y Cádiz, la existencia de un agravio comparativo muy arraigado entre la población, la fractura del partido en el poder, UCD, con la dimisión del ministro Manuel Clavero Arévalo o el hecho de contar Andalucía 'con un partido nacionalista de exclusiva obediencia andaluza'.