'Un mal profesional puede ser peor que un buen aficionado'

Corbalán reparte su tiempo entre el quirófano (es cardiólogo) y trasladar sus experiencias en el deporte al mundo empresarial. Comparte proyecto con Zubizarreta, Valdano, Iturriaga, Lillo, Juan de Dios Román... Esta semana inauguró el curso de la Escuela Superior de Negocios y Tecnologías de Vitoria.

Pregunta. ¿Qué enseña un ex jugador de baloncesto a un empresario?

Respuesta. En nuestra empresa, Make a Team (Haz un equipo), transmitimos las claves que hacen funcionar a un equipo más allá del contenido técnico. Fichando a 11 ronaldos es más fácil ganar un partido al Éibar. Pero no siempre ocurre así, lo hemos visto esta semana en la Copa. Hay unos intangibles que hacen que unos equipos rindan por encima de lo esperado y otros rindan por debajo. En cualquier actividad humana, el plano técnico es necesario pero no suficiente.

P. ¿Qué se debe hacer para incentivar ese aspecto anímico?

R. Crearlo. Cada integrante del equipo debe saber lo que el equipo quiere. La empresa debe enseñar que cada integrante es importante. Los valores de la cultura, motivación, liderazgo... hacen que los equipos rindan por encima.

P. ¿Cuáles son los problemas más frecuentes?

R. Muchas veces las empresas asumen un liderazgo sin saber qué demanda su gente. No se puede gestionar igual a niños que a adultos, o a personas que responden mejor a patrones de autoritarismo o de una cierta libertad. Pero para delegar, hay que asegurarse de haber formado al personal.

P. ¿Existe ahora más egoísmo en el mundo profesional?

R. Creo que no. Los deportistas no pueden ser ajenos a la realidad. Si el mercado les paga, se introduce un elemento de perversión que es el dinero. A la mayoría de los jugadores, si no les pagaran dinero, seguirían jugando, aunque puede que no entrenaran tanto. Un mal profesional puede ser peor que un buen aficionado. Que en una actividad se invierta mucho dinero no significa calidad; sólo que hay dinero.

P. ¿Nunca ha querido ejercer de entrenador?

R. Tengo el título.

P. A director general, sí ha aspirado en alguna ocasión, en anteriores elecciones del Real Madrid.

R. Sí. Si se dieran determinadas circunstancias, lo pensaría. Últimamente no se le ha dedicado a la sección de baloncesto la atención que merece.

P. Si ahora se enfrentara la selección española que ganó la plata en Los Ángeles 84, con la edad de entonces, y la que ha jugado este mes en Indianápolis, ¿cuál ganaría?

R. Sería un partido muy disputado. Si me piden compararme con Raúl López, diría que en muchos aspectos es mejor que yo. Es mejor tirador y maneja el balón mejor. Ahora, ¿es mejor organizador y pasador, y busca mejor lo que hay que hacer en cada momento que yo? No lo creo. Pero entre él y yo, ni comparación: Raúl. La mejor razón es que él tiene 22 años y yo tengo 48.