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'El fútbol italiano es más difícil'

Albertini está llamado a ser el organizador del Atlético en su difícil reentrada en la Primera División.

Pregunta. No será sencillo encontrar motivación para esta aventura tras haberlo visto todo.

Respuesta. No me ha faltado motivación en toda mi carrera. Esto es un nuevo reto. En la vida, porque dejo la ciudad en la que he estado siempre. Y en el fútbol. He conseguido mucho, pero tengo que demostrarme que puedo ser importante fuera de Italia. La motivación es muchísima. Llego con gran entusiasmo.

P. ¿Atraído u obligado?

R. Dejo el Milan por obligación, por las circunstancias. Pero venir a España es una elección mía. Aunque en Inglaterra estaba el Fulham y algún otro equipo, me apetecía probar el fútbol español. Me gusta lo que he visto de él por la televisión. Se vive con intensidad. En Inglaterra se sufre menos.

'Fernando Torres aún es un niño y debe crecer. Pero tiene talento. Va a ser grandísimo'
'De pequeño, recuerdo a Camacho y Santillana, el que le metía siempre el gol de cabeza al Inter'

P. ¿Y no le apetece disfrutar del estilo de juego, usted que viene de uno peor?

R. Se juega de forma diferente, no peor. El fútbol italiano es más difícil: todo táctica, presión al rival, trabajo. El español es mejor para mirarlo. Como espectador, me gusta más que el calcio.

P. La mayoría de los que juegan también disfrutan más aquí.

R. Puede. Pero al futbolista lo que le gusta es ganar. Creo que tengo cualidades. Por ahora, estoy a gusto. Se juega con concentración y capacidad para divertirse.

P. ¿Ya ha percibido que en España se detesta el fútbol italiano?

R. Sí, carga con mala fama. Es lógico. Cuando nos enfrentábamos, las selecciones o los equipos, siempre ocurría lo mismo. Los españoles tenían el balón y los italianos ganaban. Eso no es bueno para ustedes. En Italia es muy importante la táctica y ganar. Aquí es muy importante la técnica. Modelos diferentes.

P. ¿Por qué los futbolistas españoles fracasan en Italia?

R. Bueno, Guardiola lo está haciendo bien. Pero sí, el fútbol italiano es más complicado. Mendieta, José Mari y todos los que han ido son óptimos. Pero entrar en un equipo en Italia es difícil. Los equipos deben ser perfectos. No basta con jugar bien. La presión al rival es mayor y ese trabajo no le gusta mucho al español.

P. ¿Y usted ya no tenía físico para soportar ese ritmo?

R. No, no, yo estoy bien. Queda bastante del mejor Albertini. Lo importante es que esté bien físicamente. Vengo de una lesión en el tendón de Aquiles. Jugué cinco meses con infiltraciones el año pasado. Pero ahora estoy bien.

P. El riesgo de esas elevadas pretensiones físicas del fútbol italiano es caer en la tentación del dopaje.

R. Como directivo de la Asociación de Futbolistas, conozco ese problema. Muchos han venido a hablar con nosotros por eso. Mi opinión es que un futbolista no se dopa. Sería absurdo. O se dopan los once o no vale de nada. En Italia hay controles severos. Eso está bien. Porque el futbolista se fía de su doctor. No puede saber lo que toma. El futbolista no lo hace; los médicos, no lo sé. Yo sólo pongo la mano en el fuego por el del Milan. A los demás no los conozco.

P. En Italia se trabaja mucho. ¿Se siente aquí en un balneario?

R. No, no. Aquí se trabaja, y bien. En seriedad es muy similar. Pero aquí se trabaja con el balón. En Italia no lo ves. Mucha táctica. Aquí también se trabaja la parte atlética, pero es diferente.

P. ¿Se puede rescatar al fútbol italiano de esa obsesión por la presión y la táctica?

R. Es difícil. El problema es que Italia no da tiempo para trabajar. Está obsesionada con ganar. Y cambiar la mentalidad necesita trabajo y tiempo. Si dejaran trabajar, aunque al principio no se ganara... El ejemplo es el Chievo. El año pasado hizo el mejor fútbol. Pero sus exigencias son cero. Viene de una categoría inferior, con un trabajo de dos o tres años, y tiene buenos jugadores. Su entrenador no lo habría logrado en un grande, en el que hay que ganar desde el primer día. Ése es el problema.

P. Aquí también se exige ganar.

R. Ah, no sé. En Italia, si haces buen juego y no ganas, fuera. Si ganas y no juegas bien, todo bien.

P. ¿Usted se define como un jugador más táctico o más técnico?

R. Tácticamente, tengo mucha experiencia. Pero me considero un jugador que sabe defender, dónde presionar y atacar. No me considero mejor en un apartado.

P. ¿Y al Atlético en qué aspecto le va a ser más útil?

R. Tendré que cuidarlo tácticamente, presionar y construir. Todo será útil. El jugador moderno no puede dedicarse sólo a una cosa. Salvo que seas Maradona. Los demás, a hacer un poco de todo.

P. ¿Se ha sorprendido por el nivel de algún compañero?

R. El Atlético es un buen equipo. Le hace falta convencerse. Es lo más importante para crecer. En nombres, está Fernando Torres. En Italia se habla mucho de él. Aún es un niño y debe crecer. Pero tiene talento. Va a ser grandísimo.

P. Del elenco de compañeros ilustres, ¿con quién se queda?

R. Con Van Basten. Fue grandísimo. Pero en mi formación influyeron más Ancelotti y Rijkaard. Yo era joven, como Torres ahora. Me fijé en sus movimientos, en cómo se entrenaban. Fueron mis maestros. Para admirar, Van Basten.

P. ¿Y de los entrenadores?

R. Todos me han enseñado algo: Capello, Sacchi, Maldini, Zacceroni, Ancelotti, Zoff, Trapattoni... Y ahora aprenderé de Luis.

P. Pero, a su edad y con su currículo, la actitud para aprender no será la misma.

R. Sí. Tengo experiencia, pero quiero y sé que puedo mejorar. La carrera del futbolista es corta y hay que vivirla a toda velocidad.

P. Por eso deja la selección.

R. Trappatoni me mintió. Me dijo: 'Tranquilo, que al próximo partido vienes'. Y no me llamó. He tomado una decisión dolorosa, pero con él no puedo hablar.

P. ¿Cómo aceptaría ser suplente en el Atlético?

R. No pienso en que suceda. Yo trabajo para jugar. El entrenador decide y yo trabajo para estar en el campo.

P. ¿Se siente el mejor del Atlético?

R. No, me siento importante en el Atlético.

P. ¿Con el compromiso de liderarlo en el campo?

R. Los líderes los eligen los jugadores. La posición es importante y me ayudaría. Pero no es un decisión mía. El equipo elige.

P. En Italia, cada año los jugadores bailan de un club a otro. ¿Cómo estuvo más de 20 en el Milan?

R. Yo estaba bien en el Milan y el Milan estaba contento conmigo. Suficiente. Tanto cambio sólo lo explica el dinero. Cada año llegó una buena oferta. Pero ya vivo bien. Lo que gano da para mucho. A mí lo que me gusta es estar con mi familia, disfrutar de mi mujer y de mi hijo de año y medio...

P. De pequeño, ¿era del Milan?

R. No, del Juventus. Mi ídolo era Tardelli. Aquel gol en la final de España 82... Yo tenía 11 años.

P. ¿Y qué recuerda del fútbol español de entonces?

R. Al Madrid. A Camacho y Santillana, que era el que le metía siempre el gol de cabeza al Inter.

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