Esfuerzo barato

La inversión europea continúa dejándose llevar por las pautas que marca el mercado estadounidense, que, a su vez, está sometido a un proceso en el que la incertidumbre y la volatilidad son las variables dominantes.

El miedo que genera el aniversario de los atentados del 11 de septiembre cede el paso con demasiada facilidad al entusiasmo por algún resultado empresarial que mejora o, simplemente, se cumple, lo cual mantiene a las bolsas sin tendencia alguna.

Las bolsas europeas recuperaron ayer el tiempo perdido después de dos sesiones consecutivas de alzas en Wall Street, en una especie de ajuste técnico respecto del mercado que es la referencia única.

El Ibex 35 ganó el 2,48% y el índice general de la Bolsa de Madrid el 2,16%, lo que aleja a ambos indicadores de la zona de mínimos y deja al conjunto del mercado en mejor disposición de ánimo para encarar el 11-S.

La actividad se redujo a los mínimos imprescindibles, lo que quiere decir que la inversión particular sigue manteniéndose al margen y que son los profesionales los que mueven el mercado. La contratación en el Mercado Continuo fue de 797,38 millones de euros, la cuarta cifra más baja del año y con una concentración de casi el 70% del total en cinco valores. Este dato llega al 80% si se toman como referencia los 10 valores más negociados en esta sesión.

Las bolsas europeas consiguieron resultados incluso superiores al español, con el 3,12% de ganancia en París y el 2,71% en Londres. Francfort ganaba tan sólo el 1,51% unos minutos antes del cierre debido a un retroceso puntual de Wall Street, que en poco más de una hora vio cómo desaparecían los 70 puntos que ganaba su principal índice. Una vez más, el tirón que había proporcionado el anuncio de una empresa sobre el cumplimiento de sus expectativas de beneficios se desinfló.