Archivada la denuncia del PP contra Moratalla por la instalación de un circo

La Fiscalía ha archivado la denuncia presentada por el PP contra el alcalde de Granada, José Moratalla, por un presunto delito de prevaricación por conceder irregularmente la licencia de instalación al Circo del Arte, un proyecto emprendido conjuntamente por la corporación municipal y la empresa Pantomima de Emilio Aragón. El fiscal, no obstante, aprecia posibles anomalías administrativas.

El decreto de archivo admite que la solicitud de licencia de obras fue firmada por el concejal del área de Presidencia, Antonio Cruz (PSOE), y no por los representantes de la sociedad Pantomima. El Ayuntamiento argumentó para justificar este proceder la urgencia de trasladar los diferentes elementos del circo al solar. Paradójicamente dichos materiales se encuentran desde hace meses abandonados y las expectativas de retomar el proyecto son remotas.

Para el fiscal, a pesar de que un concejal del equipo de gobierno solicitara la licencia, no hay duda de que la Ayuntamiento no era el promotor de las obras. A juicio del fiscal, esta conducta supone 'una presunta vulneración de la legalidad administrativa, por la firma de una solicitud de licencia por una persona no legitimada [...] y, en su caso, por la inexistencia de una partida presupuestaria suficiente' para llevar adelante la iniciativa.

El decreto de archivo sostiene que no se ha acreditado 'la arbitrariedad o injusticia de los actos administrativos'. 'Todo apunta a que los mismos se acordaron no por el ánimo de beneficiar a algún contratista o de aprovecharse personalmente, sino por el propósito de solucionar de manera rápida y tal vez precipitada una situación creada por la instalación de una escuela de circo' que contaba 'con apoyo social'.

'No consta, pues', alega el fiscal, 'que de miembro alguno de la Corporación emanase, a sabiendas de injusticia, acto o resolución que pudiera ser calificada como arbitraria'.

La idea de crear una escuela de circo surgió durante el mandato del PP en el Ayuntamiento. El desarrollo del proyecto, heredado por el nuevo equipo de gobierno, ha sido irregular. En enero de 2001 la empresa Narila inició las obras, pero cuando fue a reclamar al Ayuntamiento los 754.000 euros (unos 120 millones de pesetas) la derivaron hacia Pantomima, la empresa de Emilio Aragón.

El conflicto del circo, pues, no ha acabado. De hecho el fiscal precisa que las responsabilidades de la deuda contraída con el promotor podrían originar nuevas líneas de investigación y, en su caso, diligencias informativas o penales.