Previsiones
Los datos de los últimos meses sobre la evolución de la economía mundial vienen señalando con insistencia que la recuperación iniciada a comienzos del año no se ha consolidado. El ritmo de crecimiento del PIB en Estados Unidos se redujo en el segundo trimestre, y los indicadores muestran que la segunda mitad del año volverá a ser mediocre. En Europa la demanda interna sigue en tasas negativas, y sólo las exportaciones netas aportan algunas décimas al crecimiento. Las previsiones, revisadas al alza cuando se conoció el comportamiento de la economía norteamericana en los primeros meses del año, vuelven a flexionar a la baja. Las de Consensus Forecasts correspondientes al mes de agosto han reducido medio punto porcentual el crecimiento del PIB norteamericano para 2002 y otro tanto para 2003, mientras que las de Europa reducían en dos décimas porcentuales las ya raquíticas cifras anteriores. Es posible que en los próximos meses continúen empeorando las expectativas. Al menos, los mercados financieros, que siempre adelantan el ciclo de la economía real, no muestran todavía signos de recuperación.
Parece necesario revisar las expectativas de crecimiento, desgraciadamente a la baja
El panorama de la economía española no es muy diferente. Es cierto que el PIB sigue creciendo más que la media de la UE, pero también aquí los indicadores de producción y demanda apuntan a la baja, siendo especialmente negativo el comportamiento del primer sector productivo de nuestra economía, el turismo. Ante estos datos, parece necesario revisar las expectativas de crecimiento, desgraciadamente a la baja. El primero en hacer este ejercicio (por algo sus previsiones se habían quedado descolgadas hacia arriba) fue el Gobierno, que rebajó en agosto el crecimiento del PIB, del 2,4% (2,9% en el proyecto de Presupuestos para 2002) al 2,2%. Pero es muy probable que la cifra, al final, no alcance el 2%. Teniendo en cuenta que la tasa del primer semestre ha sido del 2%, sería necesario que en el tercer y cuarto trimestres se registrara una cifra mayor para que la media anual alcanzara el 2,2%.
Mis previsiones (gráfico izquierdo) apuntan, sin embargo, a una tasa del orden del 1,7% en el tercer trimestre y una o dos décimas más en el cuarto, con lo que la media anual quedaría en el 1,9%. No creo que estas cifras sean pesimistas, pues suponen que la recuperación se inicia tímidamente en los meses finales de este año, a lo cual le asigno una probabilidad de poco más del 50%. Por otro lado, el hecho de que el inicio de la recuperación se esté retrasando tiene implicaciones importantes para el crecimiento del próximo año, cuya media anual podría situarse en torno al 2,5%, medio punto menos de lo que el Gobierno y el consenso de analistas estaban contemplando hasta ahora.
En los gráficos central y derecho les presento también mis previsiones para la tasa de paro y la inflación. La tendencia creciente del paro continuará hasta el primer trimestre del próximo año, iniciando posteriormente una suave flexión a la baja, resultando tasas medias del 11,5% y 11,6% para 2002 y 2003, respectivamente, es decir, en torno a un punto más que en 2001. También la inflación se mantendrá al alza hasta finales de este año, alcanzando una tasa del orden del 4% en diciembre, para desacelerarse notablemente durante la primera mitad del próximo. Esto último, si los señores de la guerra y del petróleo nos lo permiten.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y Social (FUNCAS).
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