Asia múltiple en Madrid

Un gigantesco abanico de bambú cubre el techo de este restaurante panasiático, cuya cocina la integran un complejo popurrí de platos chinos, japoneses, tailandeses y vietnamitas. Local serio, que atienden dos cocineros experimentados, y que dispone de una sala reservada con capacidad para 6/10 personas. Aunque se puede comer a la carta por 15 euros, lo mejor es atreverse con alguno de sus menús degustación, bastante bien estructurados. El menú Yu (9,8 euros), que parece pensado para almuerzos rápidos, contiene un poco de todo. El menú japonés (14,21 euros), extraordinariamente dietético, incorpora carnes y pescados a la plancha, además de sushis convencionales; mientras que el menú degustación (22 euros), muy recomendable, es un surtido copioso de cosas interesantes.

Debido al origen de los dos cocineros, sobresalen las especialidades chinas y vietnamitas. Es agradable la sopa de miso japonesa; muy refinados los raviolis y los nem de langostinos vietnamitas; correctos, pero nada entusiasmantes, los surtidos de sushi y sashimi japoneses; divertida la ensalada de fideos con vieiras; reconfortante la ternera salteada a la tailandesa, y suculento el pollo Shiang Mao chino. Los postres bajan de manera apreciable. La bodega, con marcas de precios disparados, obliga a romperse la cabeza para encontrar un vino adecuado.