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Aplazado el cierre del Presupuesto francés por los malos datos

Diputados de la derecha insisten en revisar el Pacto de Estabilidad

El Gobierno francés ha aplazado una semana el cierre del Presupuesto para 2003, enfrentado a la complicación creada por previsiones de crecimiento cada vez peores, que convierten en imposible el objetivo de equilibrar las cuentas sin un recorte del gasto público. El Instituto de Estadística sorprendió ayer a los analistas con el anuncio de que 'se verá obligado' a revisar a la baja sus previsiones para 2002.

Para este año se estimaba un crecimiento del 1,4%, pero ayer se supo que en el segundo trimestre subió el 0,5%, tres décimas por debajo de lo esperado. No son pocos los analistas que temen una cifra final de crecimiento del PIB entre el 1,2% y el 1% en 2002. Cunde el pesimismo sobre la posibilidad de alcanzar el 3% en 2003 sobre el que se basaban las esperanzas del Gobierno de Jean-Pierre Raffarin para cumplir las promesas electorales de Jacques Chirac y de la nueva mayoría de derechas, que implicaban mayor gasto con menos cargas sociales e impuestos.

El 0,5% del segundo trimestre no está mal en relación con los grandes vecinos europeos de Francia -mejor que el 0,3% alemán o el 0,2% italiano-, pero es mediocre porque, si bien se mantiene el tirón del consumo interno, fallan los elementos clave de la recuperación, empezando por la inversión empresarial.

La degradación de las cuentas públicas complica el cierre del Presupuesto de 2003, el primero del nuevo Gobierno conservador, porque parte de los ingresos depende de la actividad del año precedente. Las decisiones están 'en vías de finalización', se limitó a indicar ayer el portavoz del Ejecutivo, Jean-François Copé, que insistió en que la rebaja de impuestos y cargas sociales 'continuará', lo mismo que el control del déficit. Los criterios están claros, 'sólo queda poner cifras a todo eso', dijo: precisamente, la madre del cordero.

Malestar evidente

Hay un malestar evidente entre los titulares de los ministerios abocados a recortes y al calor de los enfrentamientos, las páginas de la prensa se llenan de informes confidenciales. Le Monde revelaba ayer las instrucciones impartidas por el primer ministro el 7 de agosto pasado para recortar los gastos de Trabajo, Cultura e Investigación, en beneficio de 'la seguridad pública, la justicia, la ayuda al desarrollo, la rebaja de cargas [sociales] y la actualización de los créditos de equipamiento militar'. La revista Le Canard Enchaîné hizo la luz sobre las angustias de Economía, revelando una nota 'secreta' en la que se pide anular o aplazar una serie de gastos.

Desde el partido presidencial UMP -tiene mayoría absoluta en el Parlamento- se pide de nuevo la revisión del Pacto de Estabilidad europeo. Gilles Carrez, ponente de la comisión parlamentaria de Finanzas, afirmó que las menores expectativas de crecimiento impedirán la vuelta al equilibrio en las cuentas públicas en 2004, porque el compromiso adoptado por el primer ministro estaba condicionado a una tasa de crecimiento del 3%.

Otro diputado de la mayoría presidencial, Nicolas Dupont-Aignan, remachó: 'Retrasar el equilibrio presupuestario hasta 2006 permitiría mantener las promesas de Jacques Chirac y nos daría los medios para realizar, sin dramas, las reformas estructurales que necesitamos'. Mientras, el Gobierno pide esperar al 25 de septiembre, nueva fecha de aprobación del Presupuesto en Consejo de Ministros.

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