Decepción e impotencia
Ferrero y Corretja caen en el Open de EE UU y España se queda huérfana en el último grande
La segunda semana del Open de Estados Unidos comenzó fatal para el tenis español. Toda la ilusión y las expectativas desatadas al inicio de este último Grand Slam, acabaron fundiéndose ayer al constatar que el gran momento de juego de la armada no sirvió para quebrar la línea de irregularidad de la temporada. Otra vez, cuando más se esperaba, llegó la decepción. Ni Carlos Moyà, de nuevo en el top ten, ni ayer Juan Carlos Ferrero y Àlex Corretja lograron ganar un solo set el día de su despedida del torneo. Y los tres parecieron impotentes frente a rivales inferiores.
'Estoy muy cabreado', confesó Corretja, de 28 años, tras ser eliminado en la tercera ronda por la mejor esperanza del tenis estadounidense, Andy Roddick, por 6-4, 6-1, 7-6 (8-6) en 2 horas y 8 minutos. Àlex entró en la sala de prensa lanzando todo lo que se le ponía a tiro: una botella de agua, una toalla e incluso un cartel con su nombre. Ferrero, de 22, no exteriorizó tanto su enfado. Pero su derrota frente al emergente chileno Fernando González, 28º mundial, por 6-4, 6-4, 6-4 no le dejó indiferente. 'Ya sabía que pega más fuerte que yo', confesó el valenciano. 'Me devolvía bombas de resto y sacó a un gran nivel. Tal vez debía jugarle con bolas más altas y largas'.
Tanto Ferrero como Corretja estuvieron lejos del nivel de los primeros partidos. Les faltó confianza en sí mismos. Corretja, campeón del Masters en 1998, pareció despertar este año en Roland Garros, donde llegó a semifinales, y ganó luego en Gstaad y Kitzbuhel. Llegó muy bien a Nueva York. Pero ante Roddick su tenis apareció en cuentagotas y se mostró indeciso para aprovechar las pocas oportunidades que ofrece un sacador y pegador como el americano. 'Aunque perdí las dos primeras mangas, siempre creí que podía levantar el partido. Y si hubiera ganado el tercer set, creo que todo habría cambiado', confesó el barcelonés.
Corretja tuvo su opciones cuando se vio con dos puntos para romper el saque de Roddick en la tecera manga y colocarse con 6-5. Pero en lugar de eso, tuvo que salvar dos bolas de partido para forzar un desempate, en el que cayó por 8-6. Roddick mejoró su juego. Pero constató que su saque y su derecha le bastan para estar en la élite.
Ferrero, finalista este año en Roland Garros y campeón en Montecarlo, entró en la pista con temor por la potencia del juego de un rival, González, que le había ganado por primera y última vez cuando disputaron la final junior de Roland Garros en 1998. 'Juan Carlos le dejó jugar a su aire. Ese fue su error', confesó Antonio Martínez Cascales, entrenador de Ferrero.
El torneo no ofreció más sorpresas. En octavos de final, Roddick se enfrentará a Chela, Sampras a Haas, González a Clement y Schalken a Kuerten. Hewitt y Agassi se están ya en cuartos. Y en el cuadro femenino, ayer, Venus Williams pasó serios apuros ante Chanda Rubin, a la que venció por 6-2, 4-6 y 7-5. En ese mismo cuadro femenino, Martina Hingis cayó ante Seles, que se clasifica para cuartos de final, por 6-4 y 6-2. La suiza Hingis no pudo disputar esta temporada ni Roland garros ni Wimbledon por una lesión de tobillo.
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