Examen de liderazgo
Europa afronta una agenda tremenda para el próximo otoño, por tamaño, resonancia histórica y complejidad. Está en juego la capacidad del continente para rejuvenecer su cuerpo político, reformar su economía y hacerse valer internacionalmente.
El momento más intenso se prevé en la cumbre de Copenhague en diciembre, cuando la Unión Europea complete las negociaciones para admitir a los 10 países de Europa central, oriental y del sur en el año 2004, 15 años después de la caída del muro de Berlín. Alrededor de la ampliación se vinculan otras cuestiones que van desde la agricultura a la defensa europea y una solución a la vieja disputa de Chipre. (...)
Las relaciones transatlánticas rara vez han sido más delicadas, con visiones diferentes de EE UU y la UE sobre la Corte Penal Internacional y cuestiones de comercio. Sobre ellas sobrevuela la cuestión de Irak, que tiene a los líderes europeos desesperados por evitar la exposición de sus divisiones y su capacidad limitada para influir en la política de Washington.
(...) Lo más importante es asegurar que la ampliación va a seguir adelante en términos que demuestren que existe buena disposición de los países miembros a hacer sacrificios económicos y que no provoque en ellos resentimientos ni posible rechazo popular entre los países candidatos.
Al aceptar nuevos países (...) la UE podrá revitalizar su economía e intensificar su autoridad moral en cuestiones internacionales. Si fracasa, su influencia disminuirá considerablemente.
Londres, 2 de septiembre
