_
_
_
_
_

Genios precoces

Un centenar de estudiantes muestran sus investigaciones en Mollina

110 estudiantes de entre 16 y 20 años han interrumpido sus vacaciones para exhibir sus proyectos científico-técnicos. Cataluña es la comunidad que más participantes aporta

No todos los jóvenes entienden que cumplen sólo con ir a clase en el instituto o con dejarse llevar por los inquietantes primeros años en la Universidad. El 15º Congreso de Jóvenes Investigadores acoge este año a 110 estudiantes de entre 16 y 20 a los que no les ha importado interrumpir sus vacaciones para exhibir sus modestos, a la vez que concienzudos, proyectos científico-técnicos en el Centro Eurolatinoamericano de Juventud (Ceulaj) de Mollina (Málaga). Allí permanecerán hasta el próximo viernes, cuando conocerán el veredicto del jurado.

Antes, los 40 grupos inscritos procedentes de doce comunidades pasarán por el estrado para desplegar sus indagaciones. No pocos participantes aseguran que han dedicado como mínimo un año a sus proyectos. Por eso, no pueden esconder el nerviosismo que les impone dirigirse al jurado o, lo que es lo mismo, transmitir en pocos minutos lo conocido durante meses. La prueba ante las cámaras delata a algunos.

A sus 17 años, Jacob Suñol y Raül Vinyes conocen como la palma de sus manos todos los entresijos del robot que han construido. Se trata de un artilugio capaz de sortear cualquier laberinto en el que el blanco sea el camino correcto y el negro dibuje el callejón sin salida. Unos sensores son los ojos de un proyecto tecnológico que, para estos estudiantes de la Aula Escola Europea de Barcelona, empezó por mera curiosidad sobre los laberintos, ese juego místico recreado en tantos cuentos y aventuras novelescas. 'Se puede aplicar al campo automovilístico, a la detección de minas antipersonas o a las tareas domésticas', puntualiza Raül Vinyes.

Junto a Jacob y Raül, otros 8.000 jóvenes han pasado desde 1988 por este certamen que organiza el Instituto de la Juventud (Injuve) y la Dirección General de Universidades. Además de los siete premios de 5.000 euros y los seis dotados con 3.000 euros, el jurado seleccionará los representantes españoles en el certamen europeo y otros seis grupos se pondrán bajo la tutela del Centro Superior de Investigaciones Científicas, que abriga la iniciativa. Los organizadores aseguran que los estudiantes españoles copan los primeros puestos en Europa y precisan que Cataluña es la comunidad que más participantes aporta por la promoción institucional que recibe el concurso.

En la entrada del Ceulaj, donde se exponen los 40 proyectos, Marta Llauradó, de 19 años, suspira aliviada cuando sabe que no habrá fotografías. En este último año se ha empapado de las consecuencias del estrés para los escarabajos. Marta, que ha concluido 1º de Biología en Barcelona, sostiene que las llamadas chinches de jardín crecen más despacio cuando son 'estresadas' por miedo o por falta de alimento. 'Lo que está claro es que, si no estresamos a los escarabajos, ni se comen entre ellos ni devoran los huevos que ponen', explica.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

No hay cortapisas a la imaginación. Unas ideas recorren caminos tan farragosos como el efecto de la microgravedad al salir del espacio; otros proyectos abordan con crudos testimonios los malos tratos a las mujeres; las memorias del anarquismo, la poesía de Gerardo Diego, el éxodo rural, las orquídeas de la Sierra de Mijas (Málaga)...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_