Un sobrio Celta se estrena con victoria en Sevilla
Si un primer partido de Liga sirve como tarjeta de presentación para los equipos que lo disputan, cabría deducir del de ayer entre Sevilla y Celta que los locales tendrán dificultades este año si no consiguen reajustar el sistema defensivo, que tan bien les funcionó el pasado año, y si sus jugadores más ofensivos no mejoran en imaginación y acierto. El Celta, aunque no es ya el equipo chispeante de Víctor Fernández, se mostró anoche como un bloque sólido y con argumentos de sobra para mantener su puesto en las clasificaciones de los últimos años.
La primera parte transcurrió lenta y espesa hasta que el centro del campo del Celta decidió dar un paso adelante y poner nerviosa a la defensa sevillista que, diezmada por las bajas de Njegus, Alfaro y Javi Navarro, se mostró bisoña e imprecisa. Fueron primero tímidamente McCarthy, que desaprovechó un mano a mano con Notario, y Juanfran, que chutó alto un pase atrás de Mostovoi al borde del área, los que amagaron con pegar.
SEVILLA 0| CELTA 1
Sevilla: Notario; Redondo, Prieto (Marcos Vales, m. 46), Óscar, David; Gallardo, Casquero, Francisco (Antoñito, m. 56), Reyes; Víctor y Toedtli (Moisés, m. 34). Celta de Vigo: Cavallero; Velasco, Berizzo, Cáceres, Sylvinho; Luccin, Vagner, Juanfran (Giovanella, m. 65); Mostovoi, Gustavo López (Doriva, m. 81); y Mc Carthy (Edu, m. 74). Gol: 1-0. M. 39. Gustavo López aprovecha una indecisión de la defensa sevillista en el área pequeña, controla el balón, se escora a la izquierda, y bate cruzado a Notario. Árbitro: Pino Zamorano. Amonestó a Prieto, Reyes y Marcos Vales en el Sevilla, y a Gustavo López, Mostovoi y Cavallero en el Celta. Unos 25.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
La confirmación de que el Celta había conquistado definitivamente el centro del campo, y avanzaba en pos del partido, llegó en el minuto 39 cuando Gustavo López rapiñó en el área un balón aereo que ni Óscar ni David supieron despejar. El argentino se escoró a la izquierda y, casi desde el poste, cruzó el disparo para batir por bajo a Notario.
La puya viguesa reavivó a los jugadores de ataque del Sevilla, que hasta entonces, especialmente Víctor y Casquero, habían estado desaparecidos. Así llegaron los balones por alto y los saques de esquina sobre el área de Cavallero. Y así llegó, al borde del descanso, la única oportunidad del equipo local: Reyes sacó una falta desde el vértice izquierdo del área grande y forzó a Cavallero a estirarse a por una pelota que se le colaba junto al poste.
Con la segunda parte recién estrenada, a punto estuvo el Celta de sentenciar el encuentro. Cáceres remató de cabeza, solo ante Notario, pero la parada del buen portero sevillista mantuvo a su equipo agarrado a la esperanza de la remontada, igual que en el minuto 9, cuando el guardameta despejó una falta sacada con acierto por Mostovoi. El ruso se hizo con el mando del partido en el segundo periodo y dio un recital de fútbol en el que sólo faltó su gol para coronar la sobria pero convincente victoria de su equipo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.