Un proyecto para un futuro mejor
En Oaxaca, uno de los Estados más pobres de México, parte del mapa indígena que muestra las enormes desigualdades del país y la forma en que las mujeres sufren la marginación, se sientan las bases para transformar las condiciones de inequidad mediante la toma de decisiones económicas y sociales del Gobierno desde una perspectiva de género.
Nacida en el istmo de Tehuantepec, región mexicana donde -como en muchas otras- las mujeres terminan cargando con todas las responsabilidades del hogar, Norma Reyes Terán, presidenta del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), no cree en la burocracia ni en la guerra entre sexos, pero sí en la lucha contra la pobreza, la marginación, la inequidad y todo tipo de desigualdades que padecen las mujeres. Por eso dice que una de sus metas es 'hacer visibles, reales y tomadas en cuenta a las mujeres, y comenzar a cerrar la brecha de la inequidad con acciones concretas'.
'El objetivo es que cada acción de gobierno tome en cuenta a unos y otras y dé poder a la mujer, pues desde que nacemos el hombre tiene el poder'
'Se puede demostrar que existen estructuras sociales poderosas capaces de excluir a las mujeres y que tenemos la posibilidad de transformarlas. Y todos y todas debemos participar'
El paternalismo
El viejo sistema político mexicano creó muchas organizaciones paternalistas de asistencia a las mujeres cuyos objetivos no han sido alcanzados. También lo hace el actual Ejecutivo, que se presenta como el Gobierno del cambio. 'Con esa amarga experiencia, el proyecto del IMO', cuenta Reyes Terán, 'arranca con un diagnóstico de las condiciones sociales y cómo se reflejan en el ámbito de la mujer. Por ejemplo: la deserción escolar es mucho mayor entre las mujeres, y es así porque hay comunidades donde, por ejemplo, no hay agua potable y son las niñas las que van por el líquido, debido al rol cultural y social que la sociedad les impone, mientras que los niños siguen yendo a la escuela'.
A partir de este planteamiento de los problemas, el IMO comenzó a trabajar en un proyecto que solucionara estas cuestiones, pero cuidando de no caer 'en lo que no da resultado,' comenta Reyes Terán, 'como son los proyectos oficiales dirigidos a las mujeres. Por eso nuestro plan tiene tantas aristas, entre ellas la discriminación de la mujer en el ámbito económico, ya que genera nuevas desigualdades, sobre todo en el mundo laboral. Y por eso la ONU señala que sin la incorporación de la mujer no habrá desarrollo ni se podrá abatir la pobreza'.
Norma Reyes Terán se aleja de toda solución mágica, de promesas y horizontes cercanos, pues cuenta que 'al tratar de transversalizar, es decir, analizar todos los campos de la situación de la mujer', llegaron a la conclusión de que era necesario plantear 'una visión distinta' a la del Gobierno. Y en este sentido señala: 'La igualdad no la concebimos como la concesión de los mismos derechos, sino desde el respeto a las diferencias. El objetivo es que 'cada acción de Gobierno tome en cuenta a unos y otras, y dé poder a la mujer, pues desde que nacemos, el hombre tiene el poder. Lo que hicimos fue identificar quiénes hacen los programas, que son los que tienen la experiencia y en su mayoría son varones, pues los puestos más elevados están en manos de hombres'. Pero ahora todos deben guiarse por un criterio de género para elaborar el gasto público y los presupuestos.
El Gobierno de Oaxaca de José Murat, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha brindado todo el apoyo a los planes impulsados por Norma Reyes Terán, que es militante del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), con lo que se derriban dogmas más allá del campo de la igualdad de género.
'En Oaxaca estamos aterrizando en lo que ha sido el discurso. No pierdo de vista que somos un Estado muy pobre y', añade con una sonrisa sarcástica la presidenta del IMO, 'en algunos casos, si lo que hay que distribuir no es más que la pobreza, tiene que hacerse de manera equitativa'.
El avance social se dio a partir de que el gobernador aprobase el Plan Estatal de la Mujer, que se integra en el de Desarrollo. 'Fue como darle legalidad a un programa, no podemos perder, pues en otros Estados los organismos de la mujer son minimizados'. Mientras que el IMO se especializa 'en promover políticas públicas, en el resto del país los institutos se dedican más a la asistencia', subraya.
Promover el cambio
'En el IMO no nos dedicamos a repartir nada, sino a especializar a quienes tienen poder de decisión para que los proyectos cambien. Con todos los defectos potenciales, lo que ya hicimos sigue siendo algo inédito que seguramente se podrá perfeccionar. Y, para avanzar más, hay que tocar campos federales como el de la salud o el laboral, para echar abajo en todo México normativas como el certificado de no gravidez para conseguir un empleo. Un punto clave será el asunto de la propiedad de la tierra, ya que el 90% o 95% está en manos de hombres. Para solucionarlo, se buscan alianzas que impulsen un cambio', señala.
Norma Reyes Terán es optimista, se ve que tiene ganas de dar la batalla y está convencida de que su proyecto 'no es un trabajo a corto plazo. El asunto de la discriminación no es un problema que vaya a decidirse por decreto. El objetivo es sentar las bases de un proceso que disminuya la inequidad, pues desde los años setenta se impulsan obras para mujeres que no han resuelto nada. Con nuestro plan, seguramente no se verá un impacto que cause gran expectación. Se hará de forma paulatina, porque no hay recursos ni una fórmula mágica que saquen a Oaxaca de la pobreza. Pensar que de la noche a la mañana va a desaparecer la discriminación es soñar y decir una gran mentira. Pero habrá un impacto y podremos medirlo'.
A partir de 2003 comenzarán a aplicarse los planes que obligatoriamente deben contener la perspectiva de género en la política pública. Y en este campo considera muy importante que se logren diseñar estrategias en alianza con los funcionarios del Gobierno y que 'se pueda plantear, no como una confrontación, sino como una medida para el desarrollo y como una forma de combatir la pobreza. Los problemas de género no son responsabilidad exclusiva de las mujeres, nunca elegimos la marginación como proyecto de vida. Pero se puede demostrar que existen estructuras sociales poderosas, capaces de excluir a las mujeres, y que tenemos la posibilidad de transformarlas. Y todos y todas debemos participar'.
Las pesadas estadísticas de Oaxaca
HACER LLEGAR EL DESARROLLO a las mujeres desde que son niñas y dotarlas, junto con el resto de la sociedad, con armas para afrontar de mejor manera la realidad es la meta del Instituto de la Mujer Oaxaqueña. Pues en Oaxaca, Estado del sur de México, las cifras son muestra de la condena de género que sufre su población femenina, en su mayoría indígenas. Un botón de muestra es que de la población mayor de 15 años que no sabe leer y escribir, el 66% son mujeres, y el índice de sobreanalfabetismo femenino es de 1,7. El 67,5% de los hombres y el 72,3% de las mujeres carecen de educación básica completa. En algunos campos de la salud, las cosas no son diferentes, pues, por ejemplo, en la aplicación de métodos de planificación familiar definitivos se han practicado la ligadura de trompas 10.878 mujeres, mientras que sólo 222 hombres se hicieron la vasectomía. Otras cifras que muestran el dramático mundo de la pobreza y marginación señalan en general que la tasa de participación económica de los varones es del 77,9%, y la de las mujeres, del 32%. El ingreso promedio de los hombres es de 2.075 pesos (unos 213 dólares al mes), y el de las mujeres, sólo 1.563 (cerca de 160 dólares). Es decir, que las mujeres ganan el 75,3% del ingreso promedio de los varones. Algunos objetivos concretos del IMO son: - Revisar la legislación estatal y municipal para identificar las medidas legales que dificulten el desarrollo equitativo de las mujeres y elaborar propuestas para superarlas. - Diseñar proyectos congruentes con las líneas de investigación para la obtención de datos científicos sobre la situación de la mujer. - Proponer campañas de difusión para la promoción de información sobre salud sexual y reproductiva, prevención del sida y los derechos civiles y políticos de las mujeres. - Asesorar la elaboración de los programas municipales de la mujer, atendiendo de manera personalizada a las autoridades que soliciten la participación del instituto. - Coordinar los servicios de atención al público en materia de asesoría jurídica, psicológica y otras, en las propias instalaciones del IMO y en sus oficinas regionales. - Sensibilizar a niños y niñas sobre la importancia de la igualdad de género para el desarrollo de sus capacidades personales y sociales. - Proveer a la dirección general de información de actualidad para construir los planteamientos públicos del Instituto de la Mujer.
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