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Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

ROSENDO, BAJO LOS ACORDES DE 'SALUD Y BUENOS ALIMENTOS'

Acompañado por un sólido grupo, el cantante arrasó ante 7.000 seguidores durante la noche del jueves en Linares.

En el verano de los músicos españoles hay bolos que discurren como balsas de aceite, pero también los hay llenos de pequeñas aventuras. Esta de Rosendo parece de los segundos. En la cafetería donde han quedado el grupo y los componentes del equipo técnico falta Rafa, el bajista, y la tardanza preocupa. Los técnicos parten y Rosendo, el batería Mariano y alguno más se lanzan en la furgo a la búsqueda del miembro perdido. Un par de horas más tarde se da con él. Estaba durmiendo y pensaba que la gala era la semana siguiente. Rosendo explica: 'Es la primera vez en un montón de años que nos pasa algo así'. Menos mal que tocan en Linares (Jaén), a casi trecientos kilómetros de la capital, y no en Irún.

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Transcurridos unos pocos kilómetros Mariano, que no lleva muy buena cara, pide al chófer que pare. Un par de días atrás su estómago fue víctima de la EEA (Ensaladilla Estival Asesina) y aún sufre sus devastadores efectos. Además, se siente algo débil, y eso es mala cosa para un batería de rock. En la furgoneta se decide que se parará a comer en Valdepeñas y se le dará al afectado la correspondiente merluza hervida con arroz blanco, regada con un litro de agua de limón. Mientras, el resto del personal se aprieta una copiosa comida de la tierra.

La expedición que acompaña a Rosendo Mercado está llena de artistas con disco propio -el de Hormigón, técnico con cresta rosa, dará que hablar- e ilustres nombres. Este año se ha unido Eugenio Muñoz, afamado productor de estudio que quiere probar también lo de ser técnico de directo. La furgoneta la lleva Fernando Urrutia, hermano del también artista Jaime. En las luces está Chencho y como regidor de escena, Chisco. Algunos de ellos llevan ya más de una década girando con Rosendo.

Al llegar al destino apenas hay tiempo para soltar la maleta y probar sonido. En la Casa de la Juventud del recinto ferial de Linares ya hay espectadores que esperan a Rosendo para saludarle, pedirle autógrafos e, incluso, para que toque determinadas canciones en la prueba. El maestro atiende a todo el mundo con simpatía. Un amago de rato de relax y una ducha, y de nuevo al lugar de la actuación. A eso de las 22.30 horas ya hay unas dos mil personas gritando de modo cadencioso y tenaz '¡Rosendo, Rosendo!'. La banda afina y se concentra en soledad y, por fin, irrumpen en escena, en medio de aplausos y delirio juvenil, a los acordes de Salud y buenos alimentos. Pero a la segunda canción falla el emisor inalámbrico de su guitarra y Rosendo tiene que acudir a las prestaciones del cable de toda la vida. Afortunadamente, aquí se acaban los incidentes y las 26 canciones que componen el show discurren sin más incidentes que el éxito y el delirio entre los 7.000 asistentes que le obligan a regalar dos bises. Rosendo, de nuevo, ha triunfado entre su público, con el que se identifica plenamente. Pero quien mejor define la situación es el chófer, Fernando: 'Rosendo es el puto amo'.

Con 48 años cumplidos, Rosendo Mercado es una enciclopedia de anécdotas rockeras en un país que saltó del atraso a la modernidad sin red. 'Con mi primer grupo, Fresa, nos contrataron para tocar en un casino en el 71. Al final, sólo actuó nuestra cantante con la orquesta del casino. A los músicos nos pagaron para que nos largáramos'. Después llegó Leño y con ellos una leyenda que ha influido a cientos de grupos y a varias generaciones de adolescentes, algunas de las cuales ya han llegado a puretas. 'Hay grupos de chavalines que aún versionean canciones de Leño. Incluso hay una página web dedicada al grupo con un decálogo que empieza: 'Amarás a Leño sobre todas las cosas y a Rosendo como a ti mismo'. Ya ves, es una especie de culto inexplicable', cuenta sin darse la mínima importancia por ser el Mesías de ese culto.

El cantante Rosendo, durante su actuación en Linares.
El cantante Rosendo, durante su actuación en Linares.JOSÉ PEDROSA

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