'Días de boda' sigue la corriente Dogma desde Galicia
El relizador gallego Juan Pinzás pasa por ser él único director español seguidor del movimiento Dogma. Su nueva película, Días de boda, que se estrena el 6 de septiembre, es la segunda parte de una trilogía iniciada en 1998 con Érase otra vez, adscrita a la corriente cinematográfica Dogma, nacida en Dinamarca de la mano del director Lars von Trier.
Días de boda, rodada casi íntegramente en gallego, está protagonizada por Monti Castiñeiras, Comba Campoy y Miquel Insua, y cuenta con la participación estelar de Javier Gurruchaga y Asunción Balaguer, que, un año después de la muerte de su marido, Paco Rabal, asegura sentirse muy orgullosa de seguir en activo, pues 'el trabajo es mi ilusión de vivir y lo que más me consuela'.
Pinzás ha señalado que se vinculó con la corriente Dogma por pura necesidad. 'Se trata de cine puro que demuestra que lo importante es el guión y los actores, el fondo del filme, y no la forma de contar una historia. La libertad es la premisa que orienta a la corriente Dogma; ello implica una cuota de riesgo grande, pues los actores pueden intevenir en el guión modificando hasta el final'.
El actor Miquel Insua aseguró que trabajar en este formato fue 'muy enriquecedor', pues les permitió aportar diálogos y matices, lo que ayudó notablemente a construir su personje.
Con Días de boda son ya 30 las películas rodadas en el mundo con el certificado oficial de acreditación que la define como una cinta Dogma. Días de boda es también la última que recibe este certificado. Con ella culmina una primera etapa de funcionamiento de una vanguardia que se define mediante una 'promesa de castidad' que impone reglas tales como que la cámara se manipule manualmente y la prohibición de utilizar luz artificial, efectos de sonido y , maquillaje, entre otras.
