'La vida itinerante de los festivales favorece vivir sin dinero'

Antonio Sempere es un periodista de Villena muy particular. Afirma sin pudor que vive la mayor parte del año gracias a los tickets de los festivales de cine, a los que asiste en un promedio de 30 por año. Además de sus tareas informativas, este año ha formado parte del jurado de nueve certámenes. De momento ha escrito seis libros sobre el cine, el último de ellos 101 cortos para un año capicúa.

Pregunta. ¿Cómo empezó en el periodismo?

Respuesta. De corresponsal de mi pueblo. Llegué a simultanear el magisterio con el periodismo. Con 19 años llegué a publicar críticas de series de televisión, como la de Fama.

P. ¿Cómo se inició en el mundo del cine y de los festivales?

R. Empecé en el 1992, cuando vino a Valencia David Lynch. Me colé en la cena y me dio como envidia ver a los periodistas tan cerca de Lynch. Me impresionó verlo tan cerca, estar allí con él.

P. ¿A cuántos festivales asiste al año?

R. El promedio sería 30 al año con un parón navideño que dura poco. He llegado a estar 120 días sin pasar por casa. Fui jurado por primera vez en L'Alfàs del Pi, en 1995. Primero asistí a los festivales de la provincia, luego de la Comunidad, hasta ampliar el radio de acción. De momento sólo he llegado a Oporto. Fundamentalmente por el miedo a volar y por las carencias idiomáticas.

P. ¿Ha ido como free-lance?

R. Las primeras veces a través de medios de comunicación provinciales. Y se notaba que había acreditados de primera y de segunda fila. Las primeras veces que fui a San Sebastián o Sitges sólo me daban el carnet de prensa, pero no me daban hotel ni comidas. Eso quema el amor propio. Al final, quién me lo iba a decir a mí, he compartido página con Carlos Pumares.

P. ¿Ahora ya asiste con todo tipo de tickets?

R. Sí, sí. Ahora voy con tickets de todos los colores. Parafraseando al actor Antonio Gamero, digo que como fuera de casa en ningún sitio.

P. ¿Cuántos días al año pasa en festivales?

R. Dormiré en casa unos 30 y el resto, empalmando festivales. Bueno, tengo un truquillo, que es la universidad de verano, que me sirve para puentear desde el festival de Cinema Jove hasta el de San Sebastián. Antes cubría Elche y Alfás de Pi, y me matriculaba como alumno en cursos de cine. De hecho, conocí a Benito Zambrano en un curso de guión en Valencia. Ya tenía el guión de Solas escrito. Me di cuenta de que me salía muy caro pagar los cursos. Y me dije: por qué no ir gratis, ya que a mí el diploma me da lo mismo (tengo diplomas de la UIMP, de Huelva, Valladolid...) ¿Y como hacerlo?: yendo como informador. Ahora enlazo los tickets de Cinema Jove con los de la universidad de verano.

P. ¿Se puede vivir de los festivales de cine?

R. Se puede vivir en los festivales de cine. Lo bonito por el amor propio, a lo que aspiro, es que me sea reconocido. La publicación de libros está mal pagada. Pero voy pasito a pasito, como en los festivales, empezando por pequeñas editoriales.

P. ¿Y cómo lleva la vida mundana y canalla de las noches de los festivales?

R. No salgo por la noche. En esto comparto mucho. Los tickets complementarios de copeo los regalo a gente que sé que los va a amortizar. Y siempre he dicho que lo mejor de las comidas es la compañía. Así, cuando dan dos tickets de comida los comparto. Fui al festival de Badajoz, y en un sitio tan inédito también tenía conocidos de los cursos de verano. Y también en Las Palmas. Porque también me mezclo con los alumnos. Una vez me infiltré en un curso de teatro con Albert Boadella sin saber que era práctico. En la primera sesión había que hacer una improvisación. ¡Tierra trágame!. Una de dos o me iba al aseo o me quedaba. Y me dije: 'a por todas', me quedé e hice la improvisación. Nadie sospechó que era un infiltrado. Ahora, en la segunda sesión ya no entré.

P. Así pues, tiene las necesidad básicas cubiertas a través de los festivales

R. La vida itinerante de los festivales favorece vivir sin dinero. Vas restringiendo y te das cuenta que puede se puede simplificar mucho. Tengo dos reglas: no usar taxi y no hacer llamadas desde mi móvil. De modo que tengo un gran dominio del transporte público de numerosas ciudades.

P. ¿A qué festival va más a gusto?

R. Al de Málaga, porque creo que lo mío es el cine español. Es lo que más me tira. De lo único que puedo hablar con cierta autoridad. Veo las películas que incluso no llegan a estrenarse.

P. ¿Son muy rigurosos los miembros de un jurado?

R. La organización tiende a las caras conocidas en el jurado, y lo entiendo, pero me he encontrado con que muchas de esas caras no se lo toman en serio por cuestiones de agenda. Llegan algunos la víspera de dar el palmarés o en la misma mañana.