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Crítica:POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un mar en movimiento

En la última etapa de su vida, durante su exilio, Juan Ramón Jiménez explicó en diferentes ocasiones que veía su inmensa producción literaria como un mar en movimiento y cambio permanentes, 'en orden de mar', y que cuando él muriera su obra sería como un mar paralizado. Coherente con esa visión, Juan Ramón no pudo dejarnos, aunque lo intentó en numerosas ocasiones, una edición de sus obras completas. La necesidad de corregir -o de revivir, como él prefería decir- constantemente su poesía para tener en presente toda su vida, así como la inmensidad inabarcable de su obra, hacían imposible la empresa; por eso, consciente en el fondo de esa imposibilidad, afirmó que veía su escritura 'como obra, no como poema, y como obra impresa y póstuma, pero vista por mí desde algún sitio'. Cuarenta y cuatro años después de su muerte, la edición de las obras completas de Juan Ramón Jiménez sigue siendo una de las tareas pendientes de la cultura de nuestro país.

LIBROS DE MADRID

Juan Ramón Jiménez José L. López Bretones (editor) Hijos de Muley-Rubio Madrid, 2002 318 páginas. 20,40 euros

Afortunadamente, en los últimos años asistimos a un interés creciente por la obra de Juan Ramón, interés que nos ha permitido iniciar el camino que nos lleve a esa imprescindible edición de sus obras completas. En este contexto, la publicación de Libros de Madrid supone otra llamada de atención sobre la inagotable riqueza del legado juanramoniano.

Libros de Madrid es un pro

yecto de la segunda época de Juan Ramón -aproximadamente de 1916 a 1936- que ha permanecido inédito como volumen independiente hasta hoy, y que reúne la mayoría de las prosas líricas -algunas de ellas auténticos poemas en prosa- que su autor dedicó a la ciudad en la que durante tantos años estableció su hogar y de la que la guerra civil expulsó para siempre. El libro está dividido en seis secciones y un apéndice. Tres de ellas habían aparecido ya publicadas como 'libros', aunque no con la misma estructura ni contenidos que aquí: Soledades madrileñas, Madrid posible e imposible, y, sobre todo, La colina de los chopos, que ha sido el título bajo el que con más frecuencia se han editado las prosas de Juan Ramón de tema madrileño. La mayoría de estas prosas están fechadas entre 1915 y 1924, años de fecunda actividad creadora en los que Jiménez publica libros tan importantes en la poesía del siglo pasado como Diario de un poeta reciencasado, Eternidades o Piedra y cielo; otras, las menos, están escritas en la década de los treinta, época en la que Juan Ramón deja de publicar libros nuevos para centrarse en el primer intento de editar sus obras completas, proyecto que la guerra civil truncará y del que sólo verá publicado el volumen titulado Canción (1936). Son también los años en los que el poeta está escribiendo uno de sus libros fundamentales, con el que verdaderamente se inicia su obra última y con ella su plenitud poética: La estación total, con las canciones de la nueva luz (1923-1936).

A través de las páginas de estos Libros de Madrid podemos seguir al poeta en su singular paseo por la ciudad. Verlo en los años de su primera juventud, jugando con las novicias del Sanatorio del Rosario ('Sanatorio del retraído'); conocer su opinión crítica sobre la arquitectura de su tiempo ('no se sabe dónde vivir. Los que pueden hacer casas, ¡qué casas hacen! Los que no pueden, ¡en qué casas tienen que vivir!'); oírlo arremeter contra la Academia; asistir a su emocionada evocación de los hombres de la Institución Libre de Enseñanza en su Colina de los Chopos ('símbolo del amor, del compañerismo, de la vida alta y pura'); y, sobre todo, verlo dialogar en sus soledades madrileñas con la naturaleza: con los álamos y acacias del Retiro, con el chamariz y con el mirlo, con la primera mariposa, con la hoja dorada que se desprende y cae, o, blanco en la distancia, con el Guadarrama ( 'la montaña es como la verdadera, poética reina blanca que ennoblece, buena, el reino miserable y chico').

El mérito principal de esta

edición es, pues, ofrecer al lector reunidas por vez primera estas prosas de un periodo fundamental en la trayectoria poética de Juan Ramón. Digna de elogio es también la voluntad implícita de los editores de situar la figura de Jiménez en las coordenadas de actualidad de su poesía al encargar la introducción primero a José Ángel Valente y, tras su muerte, a Andrés Sánchez Robayna.

Sin embargo, no seríamos justos con el trabajo serio y riguroso que en los últimos años vienen desarrollando otros investigadores y editores de la obra de Juan Ramón, si no señalásemos, además de los aciertos de la presente edición, algunos errores. No hace falta buscar mucho para darse cuenta de que algunos de los textos que aquí aparecen como inéditos se han publicado antes. Por otro lado, contrasta la ponderación, modestia y buen hacer que muestra en su prólogo el responsable literario de la edición, José Luis López Bretones, al señalar la naturaleza aproximativa o provisional de su trabajo con el tono beligerante del prólogo del editor, de una presunción injustificada habida cuenta del resultado final de la edición, que dista mucho de alcanzar la corrección y elegancia tipográficas características de los libros que Juan Ramón editó en vida.

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