Ronaldo, último asalto

Florentino Pérez, el presidente del Madrid, y Massimo Moratti, el del Inter, coincidieron ayer en que el futuro más lógico de Ronaldo está en el Madrid, pero no en las condiciones del eventual traspaso. En un encuentro mantenido en aguas de Formentera, a las cinco de la tarde, ambos practicaron el abordaje recíproco de sus yates a poco más de un kilómetro del puerto. Era la primera reunión que sostenían cara a cara desde que el agente de Ronaldo, Alexandre Martins, ofreciera al jugador al club blanco el pasado 2 de agosto. Moratti quería conocer de primera mano el interés del Madrid y se acercó al yate de Pérez, que pasa sus vacaciones en las islas Baleares. No alcanzaron ningún acuerdo concreto y se dieron un plazo de 24 horas para cerrar la negociación en un sentido u otro.

Pérez y Moratti, que primero se citaron en la embarcación del dirigente madridista, la Pitina II, y después se trasladaron a la del interista, la Carrozza, convinieron después de una hora y media de conversaciones que, en las tensas circunstancias presentes, el destino del delantero brasileño parece ser el Madrid. Así, consideraron preciso negociar la operación de manera rápida, en un día, o cerrarla definitivamente. Para ello la delegaron en Jorge Valdano, el director general del Madrid, y en Massimo Moretti, consejero delegado del Inter. Hoy, a las diez de la mañana, los dos mantendrán una conversación en la que podrían concretar el gran fichaje del verano.

En todo caso, la página de Internet del Inter, www.inter.it, rezaba ayer: 'A pesar de las indiscreciones de la jornada, no se ha alcanzado ningún acuerdo y la propuesta [del Madrid] ha sido juzgada insatisfactoria. Ronaldo vuelve a Milán el sábado después de disputar el partido amistoso Brasil-Paraguay'.

El Inter, que comenzó valorando a Ronaldo en 100 millones de euros, parece dispuesto a aceptar una oferta de 50 millones por el goleador ex barcelonista. El Madrid sólo ha ofrecido esa cantidad, pero incluyendo en ella jugadores bien valorados y muy poco dinero en efectivo, según el club italiano. El Inter tampoco está conforme, en principio, con las condiciones del trueque de futbolistas: quiere incorporar a Solari por deseo expreso de su entrenador, Héctor Cúper. Pero el Madrid tan sólo pone sobre la mesa a Morientes, Munitis y Flavio Conceiçao. En el Bernabéu no quieren desprenderse de Solari ni Solari está dispuesto a jugar en Italia.

Ante la complejidad que presenta el acuerdo, el Madrid ha cifrado las posibilidades de llevarlo a buen puerto en un 50%. A favor del fichaje opera el deseo de Ronaldo de abandonar el Inter y la creciente animadversión que le demuetran los hinchas del club lombardo, que ayer le silbaron en San Siro aunque no estuviera presente. La mala relación de Ronaldo con Cúper, que no le quiere en su equipo, es un factor determinante en el deseo del futbolista. Moratti admite que, en esta tesitura, la permanencia de Ronaldo en su club es insostenible, pero necesita justificar a los tifosi su traspaso con argumentos sólidos.

Moratti no quiere aparecer ante la opinión pública italiana como un presidente débil, dispuesto a permitir que buena parte del capital de su club, y del propio calcio, se traslade al Madrid sin más explicaciones que las de un capricho, el de Ronaldo, y sin apenas contraprestación.

El Inter ha invertido unos 80 millones de euros en un futbolista que ha estado casi tres años medio inválido, sin tocar el balón, a causa de una grave lesión en el tendón rotuliano de su rodilla derecha. Ahora que se ha recuperado, marcando nueve goles en la Copa del Mundo, los aficionados encuentran irritante que deje el Inter a cambio de un puñado de jugadores que para ellos tienen poco prestigio. Ésta es la razón por la cual Moratti se muestra reacio a ceder a Ronaldo por menos de 50 millones de euros en metálico.

Frente a la angustiosa posición estratégica de Moratti y del propio Ronaldo, la situación del Madrid es cómoda. Valdano ha insistido en las últimas semanas en que el fichaje no es indispensable, en que el interés es sólo 'relativo'. El Madrid no está dispuesto a grandes dispendios en un futbolista cuya salud es un misterio. Tan frío ha sido el proceder del Madrid que Ronaldo, desde Río de Janeiro, confesó ayer a uno de sus amigos en Italia que siente miedo.

Oculto detrás de una pantalla de representantes que hacen en su lugar el trabajo políticamente más incorrecto, Ronaldo no comprende las intenciones del Madrid. Quiere dejar el Inter, pero no está convencido de que el Madrid le quiera de verdad. Por este motivo nunca ha manifestado públicamente su deseo de jugar en España. Teme las represalias de los hinchas del Inter. Mientras tanto, para mitigar su nerviosismo, el club le ha dado permiso para permanecer un día más en Brasil.