Christian Zacharias pone colofón en San Sebastián al ciclo integral de conciertos para piano y orquesta de Mozart

La Quincena Musical de San Sebastián cede los honores al pianista Christian Zacharias. El maestro alemán, nacido en Jamshedpur (India) en 1950, regresa al Kursaal donostiarra para cerrar el ciclo integral de 27 conciertos para piano y orquesta de Mozart que inició en 2000. Los tres recitales -ayer, hoy y mañana a las 20.00- que ofrecerá Zacharias como solista y director de la Orquesta de Cámara de Lausana agrupan los nueve conciertos (tres por día) de la etapa última, la más sobresaliente, del genial compositor.

Zacharias dedicó ayer cuatro horas (tres por la mañana y una por la tarde) a ensayar en el auditorio principal del Kursaal el repertorio que ofrecerá en San Sebastián, y tiene reservados todos los días hasta el miércoles cuatro horas y media para el estudio y otra hora más para tocar con la orquesta. El pianista germano, según reconoció en conferencia de prensa, desea clausurar con buena nota la integral de conciertos mozartianos que abrió hace dos años con la Orquesta de Cámara de Escocia y siguió en la pasada edición con la de Lausana, de la que es director titular hasta 2006.

La agrupación musical suiza interpretó ayer los conciertos 11, 23 y 25; hoy tocará el 12, 24 y 26 (de la Coronación), y mañana coronará el repertorio con los conciertos 13, 20 y 27. Zacharias, quien ha reservado las 'grandes obras maestras' de Mozart para el último capítulo de la integral, manifestó que, 'desgraciadamente para mí, se termina un proyecto de gran envergadura' con el festival donostiarra, al que desea regresar dentro de dos años para afrontar otro proyecto nuevo. El maestro alemán ha participado, con ésta, en siete ocasiones de la Quincena Musical.

Zacharias aprovechó para alabar el 'excelente trato' recibido en el festival donostiarra, porque, a diferencia de otros, sus responsables 'apoyan y comprenden al músico y programan cosas muy interesantes, como el proyecto de conciertos de Mozart'. También destacó la posibilidad que le ofreció la Quincena para conocer al escultor Eduardo Chillida, uno de sus artistas predilectos. El pianista se desdoblará como director, porque 'me niego a tocar Mozart a las órdenes de otro director; no necesito intermediarios para actuar con mi orquesta', afirmó.