San Sebastián construirá un nuevo 'parking' de 140 plazas en Egia

El Ayuntamiento de San Sebastián construirá un nuevo parking subterráneo de 140 plazas entre las calles Ametzagaña y Río Deba, en Egia, un barrio con importantes dificultades de aparcamiento. El futuro garaje, sobre el que se habilitará una plaza pública, verá la luz gracias al acuerdo alcanzado entre el consistorio y las madres Franciscanas, dueñas del solar bajo el que se construirán las plazas de aparcamiento, repartidas en tres plantas.

Según este acuerdo, las monjas obtendrán un beneficio económico que les permitirá llevar a cabo las obras de reforma de la residencia de ancianos La Paz, que está ubicada precisamente en un edificio que linda con el solar bajo el que se construirán los aparcamientos y que acoge a 70 personas mayores.

El Gobierno municipal, en manos de los socialistas, ya ha aprobado de forma inicial la reforma interior de la parcela, a fin de posibilitar la ejecución de los garajes. La comisión de gobierno aprobará definitivamente la modificación dentro de un mes y medio, tras lo cual deberá recibir el visto bueno del pleno, según explicó ayer el alcalde, Odón Elorza, quien confía en obtener el respaldo del resto de los grupos, pues ayudará a paliar el problema de aparcamiento de Egia.

Junto a la residencia descansa otro edificio de 1.200 metros cuadrados repartidos en cinco plantas que permanece cerrado y por el que las monjas piden alrededor de 721.214 euros (120 millones de pesetas). La intención del Gobierno donostiarra es hacerse con el inmueble por si pudiera ser susceptible de acoger el nuevo ambulatorio de Egia. Las hipótesis barajadas son dos. Si el edificio reuniera unas condiciones óptimas para albergar el ambulatorio llevando a cabo sólo algunas reformas, el consistorio y Osakidetza financiarían su coste y el Ayuntamiento cedería el inmueble al Servicio Vasco de Salud. Si, por el contrario, no reuniera las características oportunas, se tiraría y se construiría uno nuevo, destinando la parte baja a ambulatorio y el resto a pisos, de manera que el consistorio no pagaría nada a cambio de posibilitar la ejecución de las viviendas.