En defensa de Iberia
Les escribo esta carta tras leer los artículos que, sobre el inicidente del vuelo IB 6250 del pasado lunes, ha publicado su periódico. Soy un usuario frecuente de ésta y otras rutas de Iberia y en diez años he visto de todo. Por tanto, creo que mi punto de vista sobre el funcionamiento de dicha aerolínea es digno de ser tenido en cuenta.
Lo primero que debo decir es que, al subir a un avión, por muy viajado que se esté, hay que prestar atención a las normas de seguridad, no dedicarse a gastar bromitas fáciles imitando a la azafata. Y no me refiero sólo a las demostraciones del personal de vuelo o al vídeo que proyectan sobre casos de emergencia. También hay que leer la cartulina plastificada que en la bolsita portarrevistas tiene cada pasajero a su disposición. Así se podrá ver cuál es la ruta de escape en caso de problemas.
Por otro lado, es de cajón que, en caso de una evacuación (ya sea de edificios o aviones), lo que no se puede nunca hacer es coger el equipaje de mano, ya que en estos casos los ya de por sí angostos pasillos se convierten en ratoneras. Es como si yo desalojo la oficina en la que trabajo y me entretengo en cargar con los archivadores. Sobre el trato en el aeropuerto de Nueva York, es el personal de American Airlines el que factura, hace el handling y da asistencia al pasajero.
Respecto a las quejas sobre la falta de atención, según he leído, el pasaje fue llevado al Marriot (habitación más barata, 300 euros, 50.000 pesetas por noche), y tengamos en cuenta que la ciudad de Nueva York tiene en agosto las tasas de ocupación de hotel más altas del año, con lo que conseguir habitaciones se convierte en una odisea y más si hablamos de 300 pasajeros. Lo mismo podemos decir del problema de acomodar a todos esos pasajeros en otros vuelos.
Acabo ya con el hecho, poco publicitado por los medios de comunicación, de que, según me confirmó una señorita de las chaquetas rojas con la que he terminado trabando amistad y con la que hablé del tema, el pasaje que ha ido llegando a Madrid con otros destinos ha sido pasado a Business Class en sus vuelos de conexión. En conclusión, he de dar un diez a Iberia por el servicio prestado durante todos estos años.
Y los que protesten por lo contrario, o han viajado poco o no han utilizado otra aerolínea.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.