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Reportaje:FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS

Guerrillas en Sierra Mágina

Ginés Donaire

Jaén, tierra de fronteras en la que convivieron y se enfrentaron sarracenos y cristianos hasta el final de la Reconquista en 1492, ha conservado intactas fiestas de moros y cristianos en varios pueblos del parque natural de Sierra Mágina. Se trata de manifestaciones populares muy frecuentes en el Levante español, pero escasas en Andalucía, donde sólo se mantienen tradiciones de esta índole en las Alpujarras granadinas, en zonas de Almería y en la comarca jiennense de Mágina.

Campillo de Arenas y Carchelejo han celebrado esta semana las típicas guerrillas, embajadas y avanzadillas por sus calles más céntricas, y el próximo martes se iniciarán en Bélmez de la Moraleda, el pueblo que cuenta con otro atractivo turístico añadido: acoger las célebres y enigmáticas caras de Bélmez, un fenómeno paranormal todavía sin aclarar. Las fiestas son también una buena oportunidad para la visita del rico patrimonio árabe que albergan estos pequeños municipios de calles recónditas y casas encaladas.

En todos los casos las representaciones escénicas cuentan con un guión similar. La procesión de la imagen del patrón (el Cristo de la Vida en Bélmez, y la Virgen de la Cabeza y la del Rosario, en Campillo y Carchelejo, respectivamente) acompañada por las tropas cristianas es asaltada por las huestes moras que logran el rapto de la imagen del patrón. Ya al día siguiente, tras varias escaramuzas y parlamentos con versos de gran belleza, la victoria les devuelve a los cristianos la imagen sagrada.

Ocurre, sin embargo, que en cada localidad se conservan ingredientes que conceden un aire autóctono a cada festejo. Así por ejemplo, en Carchelejo destaca la actuación de los muñidores, grupo de vecinos que entonan las antiquísimas coplas de aurora, cánticos marianos de letra popular que tienen la finalidad de convocar a los habitantes a los festejos. En Bélmez de la Moraleda se aprovecha esta fiesta para organizar un concurso de elaboración de migas, un plato tradicional con mucho arraigo en la comarca.

Tampoco faltan las leyendas asociadas a estas celebraciones. Como la que rodea a la fiesta de San Roque, posterior a la embajada de moros y cristianos en Carchelejo. Cuenta la tradición oral que el santo protector de las epidemias de la peste, en su afán de ayudar a los enfermos de tan terrible enfermedad medieval, se vio afectado por ella. Se vio obligado a refugiarse en una cueva donde era alimentado por un perro que todos los días sustraía a su amo un panecillo para llevárselo al santo.

Sierra Mágina es también lugar de paso de la Ruta de los Nazaríes. Y es que esta comarca, dividida por la autovía Bailén-Granada, fue durante largos años territorio fronterizo con el reino nazarita de Granada y los campos reconquistados por los reyes de Castilla. De ahí que muchos de estos pueblos presuman de un catálogo monumental de evidente aliento árabe.

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Las fiestas de moros y cristianos son igualmente una oportunidad excelente para visitar un parque natural de 20.000 hectáreas repleto de endemismos florales y cicatrizado por nacimientos, oquedades y hermosos parajes como Cuadros o Fuenmayor. Además, el pico Mágina es, con 2.167 metros, el techo de la provincia de Jaén.

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