Contenidos atractivos y pago
LOS RESPONSABLES DE SITIOS WEB creen estar viendo la luz al final del túnel. Lo paradójico es que, al generalizarse, el optimismo podría originar nuevas dificultades. Después de largos meses sombríos, dos informes alentadores publicados en las últimas semanas, han hecho surgir la esperanza. Por una parte, el porcentaje de sitios de prensa por Internet que han alcanzado el equilibrio ha ido creciendo (63% en Estados Unidos, 42% en el mundo).
Por otra parte, los internautas estadounidenses, cuyas tendencias generalmente indican la evolución de los demás, gastan el doble de lo que invertían hace un año en la compra de contenidos. Partiendo de la base de que en la prensa tradicional la relación entre publicidad y compra es de tres a uno, y de once a uno en sus sitios de la red, los medios de comunicación, ansiosos por salir de la crisis, tienden a creer que ha llegado el momento de cobrar por el acceso a todo o parte del contenido de su sitio.
Los internautas estadounidenses se muestran dispuestos a pagar por obtener información relacionada con su trabajo o su entretenimiento
El 'Le Monde' han descubierto que los internautas están dispuestos a pagar por tener menos información
¿Será que la web ha alcanzado su madurez?¿Estará logrando su estabilidad, e incluso su modelo económico?
En primer lugar, nadie sabe a ciencia cierta qué es aquello por lo cual los usuarios están realmente dispuestos a pagar. Según la Online Publishers Association, los internautas estadounidenses se muestran dispuestos a pagar por obtener información directamente relacionada con su trabajo o su entretenimiento, y apenas el 8% del dinero corresponde a la consulta de noticias generales.
Además, en esos sitios, las incitaciones al pago suelen corresponder a motivaciones diferentes, e incluso opuestas. Salon.com ofrece un espacio sin publicidad y una plataforma dirigida a quienes desean expresarse públicamente. En cambio, el New York Times está convencido que los internautas estarán dispuestos a pagar por un contenido de multimedia o por ingresar a sus archivos, lo que ellos llaman contenido 'premium'.
La propuesta más audaz es quizás la del diario francés Le Monde. Según Bruno Patino, director del sitio: 'Hemos descubierto que los internautas están dispuestos a pagar por tener menos información'. Como consecuencia, el diario ofrece a quienes pagan por él, un espacio con menos noticias, pero mejor presentada. Y está tan convencido de la validez de su propuesta, que incluso hizo una apuesta con su homólogo del importante diario neoyorkino quién ridiculizó el concepto. Pero afirma que los primeros resultados superan ampliamente sus expectativas.
Ahora, fuera de la incertidumbre sobre el tipo de contenido por el cual los internautas están dispuestos a pagar, la extensión de los servicios de pago genera dos riesgos serios. El primero de ellos es que esta modalidad podría tener consecuencias negativas en los ingresos por concepto de publicidad, debido a la disminución del tráfico. Salon.com tuvo que vivirlo en carne propia.
En entrevista concedida por e-mail, Steve Outing, cronista de la revista Editors and Publishers y animador del weblog de grupo E-Media Tidbits, nos comentó: 'Estoy convencido de que con esta tendencia marcada a pasar del acceso gratuito al servicio de pago, los editores que están esperando que les llegue un caudal de dinero de las billeteras de los internautas se van a llevar una desagradable sorpresa. Si son muchos los que deciden empezar a cobrar -y parece que así será- para la mayoría será un fiasco'.
La tendencia de las empresas a optar por las mismas soluciones, en el mismo momento, ya ha contribuido ampliamente al derrumbe de un gran número de puntocoms.
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