La dignificación de los salarios

Ya lo advirtieron en su momento diversos expertos económicos independientes. También lo repitió algún político previsor, poco influenciado por la vorágine neoliberal. Pero no les hicieron ningún caso. Así pues, la implantación del euro, sin un mínimo control de precios y sin una verdadera europeización y/o dignificación de los salarios; junto con la reaccionaria política del dogmático déficit cero y de la proliferación de los impuestos indirectos (para cubrir los huecos que han dejado las rebajas fiscales hechas a los amigos del Gobierno Popular) han traído algo nefasto para la mayoría de la población española: el desmoronamiento del poder adquisitivo de los salarios y las pensiones.

Así pues, hay algunos ejemplos muy pedagógicos que demuestran el desplome del poder adquisitivo de los trabajadores. De esta manera, un obrero alemán de la misma empresa, de la misma categoría y haciendo el mismo trabajo gana tres veces menos que un obrero español. Además, en Alemania la sanidad pública paga desde unas gafas graduadas hasta una prótesis dental. Otro ejemplo muy claro: en España el salario mínimo es de 450 euros, y en Francia es de 980, teniendo en cuenta que en España existen cinco millones de jubilados que cobran por debajo del salario mínimo, cosa imposible en el país vecino porque está estipulado por ley que ningún pensionista puede percibir una pensión por debajo del salario mínimo.