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Reportaje:AJEDREZ

Las neuronas contra los 'chips'

Kaspárov se enfrentará en octubre a 'Deep Junior', el mejor programa de ajedrez, para intentar desquitarse de su derrota del 97 ante 'Deep Blue'

Leontxo García

Cinco años después de su histórica derrota ante Deep Blue, en Nueva York, Gari Kaspárov retoma el estandarte de las neuronas contra los chips. El ruso, el número uno del ajedrez desde 1985, se enfrentará a Deep Junior, el actual campeón del mundo de programas de la especialidad, al mejor de seis partidas y con un millón de euros en premios. La cita será en Jerusalén en la primera quincena de octubre.

El 11 de mayo de 1997, domingo, fue uno de los días más amargos en la turbulenta vida de Kaspárov. Con el marcador igualado a 2,5 puntos y un eco tremendo en todos los rincones del globo, fue presa de los nervios y cometió un error garrafal en la última partida ante Deep Blue.

Las acciones de IBM, la productora de su rival, se dispararon al día siguiente en Wall Street y Kaspárov, enrabietado, acusó a la multinacional de la informática de hacer trampas, es decir de haber dispuesto una intervención humana durante el duelo, y exigió, sin éxito, la impresión del proceso de razonamiento de la computadora. Desde entonces, Deep Blue y su equipo están dedicados exclusivamente a labores científicas. La revancha contra ella le es, pues, imposible.

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A ese disgusto se unió otro el 3 de noviembre de 2000, cuando Kaspárov perdió el Campeonato del Mundo oficioso, en Londres, ante su compatriota y ex alumno Vladímir Krámnik, quien se ha venido negando en redondo a concederle el desquite a pesar de que el destronado sigue siendo el campeón moral porque gana todos los torneos que juega. Además, Krámnik firmó en 2001 un contrato para enfrentarse en octubre de ese año a otro reputado programa, Deep Fritz, en Bahrein, pero la cita tuvo que ser aplazada hasta octubre de 2002 tras los atentados terroristas del 11 de septiembre, pues Estados Unidos tiene bases militares en ese emirato. Ambos programas calculan millones de jugadas por segundo.

Ahora, sin embargo, Kaspárov mitiga sus dos frustraciones con un golpe certero. Por un lado, intentará demostrar que el mejor ajedrecista no es todavía una máquina. Por otro, pone su duelo en Jerusalén -su padre era judío y los programadores de Deep Junior son israelíes- en las mismas fechas que el de Krámnik en Bahrein con las concomitancias políticas que puedan añadirse.

Aún hay otra pieza importante en este rompecabezas: el encuentro de Jerusalén se disputará bajo los auspicios de la Federación Internacional (FIDE), contra la que Kaspárov se ha mantenido en guerra durante 17 años. Ello es posible porque, tras insultarle sin mesura desde 1995, Kaspárov es ahora uña y carne con su multimillonario compatriota Kirsán Iliumyínov, el presidente de ese organismo y de la república autónoma de Kalmikia, cerca de Chechenia.

El cisma ha terminado y todo está en marcha para que sólo haya un campeón dentro de un año: en la próxima primavera Kaspárov se enfrentará al ucranio Ruslan Ponomáriov, el campeón oficial, y Krámnik al húngaro Peter Leko, el vencedor del reciente Torneo de Candidatos en Dortmund. Luego, los dos ganadores lucharán por la corona reunificada.

Una vez más, Kaspárov es el colmo de la ambición: en 2003, con 40 años -la media de edad de los diez mejores del mundo, excepto él, es de 28 años-, quiere ser el rey único e indiscutible de los hombres y las máquinas. Quizá, para retirarse en plan campeón y dedicarse a la política, su otra gran pasión, prohibida por su madre mientras sea profesional del ajedrez.

Pero su mayor ilusión ahora mismo es volver a ser 'el adalid del género humano contra las máquinas'. Él, y muchos millones de personas, parecen olvidar que Deep Blue también fue creada por hombres. De hecho, el 95% de los espectadores en el encuentro neoyorkino estaban a favor del ruso a pesar de que el operador de IBM tenía a su lado la bandera de las barras y las estrellas.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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