Renfe va bien...
El 7 de agosto me acerqué a la estación a recoger el billete que previamente había reservado el día anterior. Al ir a sacar el ticket de una máquina recientemente instalada y que tiene tres botones, uno para información, otro para recoger billetes reservados y un tercero para venta anticipada, me encuentro con que los dos primeros se encontraban anulados y sólo funcionaba el tercero. Y la oficina de información, en semejantes fechas, se encontraba cerrada.
Los dos únicos trabajadores que se encontraban de cara al público informaban, despachaban billetes de todo tipo y contenían a las personas, que, como consecuencia de la lógica lentitud, se encontraban visiblemente exaltadas. Dada la situación, desistí de sacar mi billete ese día y opté por hacerlo al siguiente, fecha de mi viaje, a una hora temprana.
Estaba claro que las sorpresas no habían teminado: en esta ocasión, la oficina de información se encontraba abierta, pero, a cambio, sólo una persona despachaba billetes. Al llegar mi turno, tras la consiguiente espera, me comunicaron que el número de referencia que me habían proporcionado era erróneo y que no podían hacer nada porque el tren iba completo. Me proporcionaron una tarjetita donde se encontraba el número de información y reserva y me remitieron a ese servicio. Me puse en contacto con una persona que me comunicó que no había solución a mi problema, por lo que estuve a punto de abandonar definitivamente la idea de viajar, aunque luego cambié de opinión.
No sería la primera vez que tras presentar una reclamación por otra cuestión que no viene a cuento, me responden que lo mío es un caso de auténtica mala suerte. Pero aceptando que la fatalidad me acompaña, creo que no es ésa la única causa que explica esta situación: semejante falta de personal es inaudita en los días del año de mayor movilidad de la población.
Es de justicia reconocer que los trabajadores de Renfe actuaron con una profesionalidad envidiable enfrentándose a situaciones de verdadera tensión de las que claramente ellos no eran responsables.
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