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Un hombre y sus dos hijos mueren ahogados cuando pescaban en un estanque en Palencia

Los cuerpos fueron hallados flotando

Oriol Güell

Dos cañas de pescar aún erguidas y tres cuerpos sin vida flotando en el agua: los de Miguel Ángel Rodríguez Ortega, de 45 años, y sus dos hijos, Ismael y Sara, de siete y cinco años respectivamente. Esto fue lo que encontraron los vecinos del pueblo palentino de Calzada de los Molinos cuando, en la noche del sábado, buscaban a los fallecidos porque éstos no habían vuelto a casa tras una tarde de pesca.

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Ningún vecino de Calzada de los Molinos, un pequeño pueblo de 400 habitantes en el centro de la provincia de Palencia, se explicaba ayer qué pudo ocurrir en el pequeño embalse del Arroyo Seco, un pequeño afluente del río Carrión, en el que se ahogaron en la tarde del sábado los tres fallecidos al caer al agua desde uno de los muros que rodean el estanque.

'Suponemos que el niño cayó al agua y que el padre saltó para salvarle, porque los dos seguían abrazados cuando les encontramos. Y la pobre niña... Vete tú a saber. Con todo el revuelo igual cayó mientras intentaba hacer algo para ayudarles'. Apesadumbrado y con la voz ronca, así se interrogaba ayer en voz alta Moisés García Ortega, primo y tío segundo de los fallecidos. Moisés es uno de los muchos familiares que Miguel Ángel tenía en el pueblo en el que había nacido y del que se fue hace dos décadas para trabajar en Madrid.

La tragedia llegó al anochecer en Calzada de los Molinos. La madre y esposa de los fallecidos, Naima, se preocupó porque su marido y sus dos hijos no regresaban a casa. Les esperaba para ir todos juntos a la feria de artesanía, que se celebra en la cercana localidad de Carrión de los Condes. Alertó a los familiares que viven en el pueblo. Un grupo de ellos bajó hasta el embalse, donde suponían que debían de estar los fallecidos. Allí estaban, flotando en el agua y sin vida. Las cañas de pescar seguían en perfecto estado y con los cebos lanzados al agua.

Minutos después llegaron los agentes de la Guardia Civil, que también habían sido avisados por la familia de los fallecidos. Más tarde llegó el juez para ordenar el levantamiento de los cadáveres.

El hombre y sus dos hijos habían bajado al embalse a media tarde para pasar la tarde pescando. 'Hay algunos barbos, aunque en verano no baja agua por el río. Pero se acumula un poco de agua porque hace unos años construyeron unos muros para evitar que las crecidas dañaran los márgenes', explicó Moisés.

El pequeño estanque tiene unos 20 metros de largo y cinco de ancho. En estas fechas, cuando el caudal del Arroyo Seco hace honor a su nombre, la profundidad de las aguas, turbias y verdes, no alcanza los 'dos o tres metros', según el primo del fallecido. Aunque Miguel Ángel sabía nadar, según Moisés, se debió agotar en el esfuerzo de intentar sacar a su hijo del agua. Nada pudo hacer tampoco por su hija. Según los vecinos del pueblo, no es fácil salir del estanque cuando el nivel de las aguas es bajo. 'Está rodeado de muros de hormigón', explicó Moisés.

Miguel Ángel se fue de Calzada de los Molinos en la década de los ochenta. Se trasladó a Madrid para trabajar de camionero. En uno de sus viajes conoció a Naima, que es marroquí y tiene 'dos o tres años menos que él'. Con ella se casó hace ocho años y tuvo dos hijos. La familia vivía en el paseo de las Delicias, cerca de la estación de tren de Atocha.

La familia había ido este año a disfrutar de las vacaciones en Calzada de Los Molinos. 'Venían mucho. Todos los veranos, los puentes y muchos fines de semana', recordó ayer Moisés. Miguel Ángel tenía muchos primos y era muy conocido en el pueblo.

Casi todos los vecinos acudieron al funeral por los tres fallecidos, celebrado a las seis de la tarde. 'Estábamos todos allí, no cabía nadie más en la iglesia', explicó María Belén Ortega, también prima del fallecido. Los cuerpos fueron enterrados en el panteón que la familia tiene en el cementerio del pueblo.

[Tres hombres fallecieron ayer ahogados en Baleares, dos de ellos en playas de Ibiza y otro en la playa de Muro (Mallorca)].

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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