Demasiada temporalidad en Europa

El empleo temporal puede ser una vía para dinamizar el estancado mercado laboral europeo y reducir el paro. Pero sirve durante un tiempo limitado. Los últimos datos difundidos por la Oficina de Estadística europea (Eurostat) muestran una fotografía poco alentadora sobre este tipo de contratos. Sobre todo si se tiene en cuenta que cuatro de cada diez personas que están apuntadas a las listas de desempleo es porque su contrato temporal había expirado. A ello hay que añadir que la formación profesional es muy baja y que los más expuestos a esta forma de empleo precario son los jóvenes y las mujeres. España aparece al frente de todas las estadísticas para mal.

La tasa de empleo en la UE (porcentaje de población activa sobre el total entre 15 y 64 años de edad) se sitúa en la actualidad próxima al 64%. Si se compara con el nivel de mediados de la década de los noventa, en siete años ha crecido justo cuatro puntos. Pero mirando el presente y hacia el futuro, los datos no son tan alentadores. En 2001, la tasa de empleo creció un 1,1%; para este año se espera un incremento de apenas el 0,2%, y en 2003 no se descarta incluso un balance negativo debido al frenazo en el crecimiento económico.

Los empleados con contratos temporales son las principales víctimas del paro

A ese ritmo será imposible alcanzar, como indican los analistas, el 67% de tasa de empleo fijado para 2005 ni crear los 17 millones de nuevos empleos necesarios para llegar al objetivo del 70% en 2010: el tan vociferado 'pleno empleo'. Y el índice de paro, entre tanto, se mantiene estable desde hace meses en torno al 7,5%.

Observando las estancadas estadísticas del mercado laboral europeo con más detalle, lo que más destaca es la proporción de contratos temporales; una práctica extendida y que no para de crecer en prácticamente todos los países de la UE. El 13,5% de los asalariados tenían firmado en 2000 un contrato de duración limitada.

Las más susceptibles de ocupar un empleo temporal son las mujeres, con un 14,5%, frente al 12,5% de los hombres. Sin embargo, el número de hombres que ocupan este tipo de empleos aumenta más que el de mujeres.

En España, la contratación temporal de trabajadores se mantiene estable en el caso de los hombres y se ha reducido cinco puntos en las mujeres. Pero eso no evita que la española sea la tasa de temporalidad laboral más alta de la UE, con un 30,7% y un 34,6% respectivamente. Le siguen a más de diez puntos Portugal (20%) y Finlandia (18%) y duplica la de Suecia, Francia (15%) y la media europea. La situación española contrasta escandalosamente con el nivel de contratación temporal entre los trabajadores de Luxemburgo (3%), Irlanda (5%), Reino Unido (7%), Austria (8%) y Bélgica (9%).

[En el caso de España, un estudio de CC OO, difundido ayer, revela que siete comunidades, Andalucía, Murcia, Extremadura, Canarias, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Galicia, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, presentan una tasa de temporalidad superior a la media nacional, situada en torno al 31%. El mayor peso de la temporalidad se sitúa así en las regiones del sur, debido a la mayor actividad de los sectores de la construcción y la agricultura en estas comunidades, según el sindicato].

La razón principal que motiva a los asalariados europeos a optar 'deliberadamente' hacia este tipo de contratación es, según la última encuesta realizada por la Oficina de Estadística europea, que 'no son capaces de encontrar un empleo permanente' y lo ven como una vía 'privilegiada' para salir del paro. Lo dice un tercio de los empleados temporales de ambos sexos. En España, Bélgica y Grecia ese argumento lo utilizan siete de cada diez trabajadores con contrato definido y la mitad de los empleados en Finlandia y Suecia. El 23,7% de los asalariados afirma que ocupan 'involuntariamente' un empleo temporal.

Para otros, este tipo de contratos está vinculado al periodo de formación o de aprendizaje. De hecho, los jóvenes de entre 15 y 19 años de edad son el núcleo de población más expuesto a los contratos temporales, el 48% de las mujeres y el 56% de los hombres. Esta proporción se dispara de nuevo en España, con el 83% de las mujeres y el 87% de los hombres asalariados, en Francia (78% y 86%) y Alemania (78% y 84%).

Menos de 30 años

Los niveles más bajos se registran en Reino Unido (16% en ambos sexos), Dinamarca e Irlanda. Las estadísticas ponen de manifiesto que el trabajo temporal disminuye con la edad y se puede decir que la mitad de los trabajadores temporales tienen menos de 30 años de edad.

Los expertos de la oficina estadística europea evitan relacionar este tipo de contratos con un incremento de la 'precariedad' en el mercado laboral europeo. Pero los datos muestran que los empleados temporales son las principales 'víctimas' del paro.

Los datos difundidos por Eurostat evidencian que el 44% de las mujeres y el 38% de los hombres que se encuentran inscritos en las listas de desempleo 'es debido a que sus contratos temporales habían expirado'. Esta proporción se eleva al 70% en el caso de España y Finlandia.

Lo habitual es que estos contratos tengan una duración inferior a los seis meses, algo que sucede en el 35% de los casos. Esta proporción se reduce al 25% en los contratos de entre siete meses y un año y en los de entre uno y tres años. Apenas un 15% superan los 36 meses de duración. España, de nuevo, destaca en las estadísticas porque se firman contratos de menos de seis meses en más del 60% de los casos. Los de más de un año apenas superan el 5% y los de más de tres años son inexistentes.