Las medidas para proteger las ranas del Ebro empiezan a dar frutos

Los técnicos del Parque Natural del Delta del Ebro están tratando de recuperar la población de ranas del río, que desde hace 30 años se ve amenazada y en peligro de extinción por los efectos de los productos químicos que contaminan sus aguas. Francesc Vidal, técnico del parque natural, afirma que las medidas que se están adoptando, especialmente la reducción de productos químicos, han empezado a dar sus frutos y la recuperación de la especie comienza a ser un hecho desde hace un año.

Los productos químicos vertidos al río producen en algunos organismos, especialmente en los anfibios, efectos tóxicos que en el caso de las ranas causan su paulatina desaparición en el Ebro. Los técnicos del Parque Natural del Delta del Ebro han advertido que las ranas constituyen un indicativo de la contaminación del río, ya que son una de las especies que más se resienten por la toxicidad del agua.

El problema, explica Vidal, afecta principalmente a las larvas que se desarrollan en el río, porque las ranas adultas pueden respirar a través de los pulmones y además pasan menos tiempo en el agua. Los cambios ambientales en el entorno y el incremento de especies depredadoras como la garza real han agravado la situación, aunque para los técnicos del parque es un problema menor para la supervivencia de las ranas que el de la contaminación. Algunos expertos, no obstante, consideran que el cambio de hábitos alimentarios de algunas aves depredadoras, que ahora se comen a las ranas, son la principal causa de la progresiva desaparición de anfibios, lo cual ha causado polémica entre los especialistas de la zona.

Actualmente, los técnicos del parque están trabajando en la creación de una infraestructura que mejore las condiciones ambientales, y se llevan a cabo medidas que reducen la cantidad y toxicidad de los productos que se utilizan para el cultivo de arroz.

Los técnicos consideran que los problemas actuales se solucionarán sin perjudicar el desarrollo de la agricultura y la economía de la zona y que las ranas podrán desarrollarse de forma rápida en el delta, teniendo en cuenta que el número de larvas ha aumentado en los últimos años.