CONTESTADOR AUTOMÁTICO DE EL PAÍS MADRID
- E Cometidos inapropiados. 'Les telefoneo para comunicarles que, pese a que nunca he sido racista ni xenófoba, y que la discriminación racial es algo execrable, considero que no es correcta la medida de poner al frente de servicios telefónicos de atención directa personas que no conocen nada de Madrid', señala Clara. 'Me refiero a que, pese a la buena voluntad que muchos de ellos muestran en atenderte, la confusión entre z y s, o el desconocimiento de cosas elementales como que la Puerta del Sol está en el centro de la ciudad, por poner dos ejemplos, hace que las conversaciones para solicitar información telefónica se perpetúe durante muchos minutos de explicaciones prolijas, con lo cual el contador del teléfono de información sigue y sigue subiendo. Creo que tanto si hay una intención premeditada por parte de sus empleadores como si la desconocen, debería instruirse a esas personas o bien colocar a otras con mayores conocimientos, que eviten un gasto superfluo a los usuarios'.
- Materiales peligrosos. 'Me gustaría llamar la atención de sus lectores sobre un peligro que observo en las calles', dice Carmen. 'Los materiales que están sustituyendo a la piedra antigua deteriorada se manchan muchísimo más que las piezas reemplazadas, por lo cual, cuando han transcurrido apenas unos meses, la fealdad de las piezas nuevas supera a la de las piedras sustituidas. Además', añade, 'se deterioran con mayor velocidad que las primigenias piedras. Lo que digo pueden probarlo en cualquiera de las actuaciones del Ayuntamiento en las calles de Madrid donde han reparado suelos'.
- Programas contra zanjas. 'La manía municipal de autorizar todo tipo de zanja en Madrid debe finalizar cuanto antes', pide Marcelino. 'Debiera existir un programa de aplicación que regulara esa apertura de zanjas porque cada día asistimos a la reapertura de zanjas que acaban de ser cerradas. La informática debiera servirle de algo a las autoridades municipales', señala.
- Absentismo oficial. 'Cada vez resulta más patente el absentismo en dependencias oficiales', dice Margarita. 'Antes, la palma se la llevaba el Ayuntamiento, cuyos funcionarios resultaban difíciles de localizar en horas de trabajo, pero ahora, los funcionarios de la Comunidad se llevan el palmarés: cada día es más raro hallar a un funcionario, sobre todo si tiene cierto rango, en su puesto de trabajo en horas de oficina; siempre están en un congreso, en un viaje de trabajo o, simplemente, reunidos. Recuerdo que cuando surgió la Comunidad de Madrid, como Administración regional, su prestigio fue enorme precisamente porque sus funcionarios estaban siempre en su sitio. Creo', agrega 'que si pierden esta cualidad, la Comunidad, como Gobierno regional, se convertirá en otro elemento más de decepción de la ciudadanía con la política'.
- Burradas. 'Me parece una burrada que haya gente que tiene problemas de ansiedad y como gran remedio se le administre una pastilla o una caja de grageas para combatirla', dice Ángel. 'Creo que en muchas ocasiones, escuchar a esa persona dañada por la ansiedad o por la depresión puede hacerle mucho más bien, aparte de ahorrar mucho dinero público en medicamentos generalmente inútiles. Creo, sobre todo, que la asistencia psicoanalítica pública debiera extenderse en Madrid, porque hay miles de dolencias, como fobias, neurosis y depresiones, que son perfectamente tratables sin recurrir a la farmacopea, sino más bien a la escucha psicoanalítica. En Francia, por ejemplo, hay grandes avances sociales en este terreno, les pido que los tengan en cuenta a la hora de tratar estas enfermedades', dice.
- No maltratan niños. 'Tanto que se ataca a los inmigrantes aquí', dice Bernabé, 'pero es muy raro ver a uno de ellos gritar o zarandear a un niño, cosa que aquí es tan frecuente que creo que deberíamos imitarles. Por eso, hay que recordar sus cosas buenas, que son muchas y bien ciertas', subraya.
- Sin servicios en Príncipe Pío. 'La estación de Príncipe Pío', denuncia un lector, 'carece por completo de servicios, hecho realmente inadmisible en una ciudad capitalina como Madrid. Claro que, habida cuenta que el Retiro recibe cada fin de semana medio millón de madrileños y forasteros y creo que únicamente tiene un servicio, casi siempre cerrado, da una idea del interés que se toman por Madrid quienes lo gobiernan', se lamenta.
- Cajeros con problemas. 'Cada vez son más frecuentes los problemas en los cajeros automáticos y en los bancos derivados de los que los bancarios y bancarias llaman 'caídas de la red', se queja Evangelina. 'Me parece una tomadura de pelo tanta informática y tanta historia si luego, cuando realmente necesitas disponer de sus avances, siempre te traiciona. En cuanto a los bancos, ya se podrían ganar la confianza de sus usuarios, a los que acostumbran descuidar, invirtiendo más dinero en mejorar sus redes, aunque, pensándolo bien, con tanta avería lo mismo ganan dinero'.
- Alto al asfaltado. 'Soy vecina de la calle del Limón y les telefoneo angustiada', dice Isabel, 'porque están asfaltando a toda prisa el empedrado histórico de esta calle y de otras de las inmediaciones, justo enfrente del cuartel del Conde Duque. Es cierto', explica, 'que se hallaba en muy mal estado, pero si lo asfaltan, ese empedrado, de gran belleza, va a desaparecer irremisiblemente. Estoy intentado convencer a las autoridades municipales de que desistan del asfaltado', añade, 'pero en verano todas las autoridades municipales están de vacaciones y nadie se responsabiliza de nada, de manera que la inercia burocrática sigue adelante y la calle perecerá si no se hace algo ya. Arreglar ese empedrado sería una medida protectora del patrimonio de la ciudad'.
- Ojo a las escaleras mecánicas. 'Quisiera dar un consejo práctico a todas aquellas personas que se deslizan por las escaleras mecánicas del metro o de los grandes almacenes', dice una señora que asegura tener experiencia en estos menesteres, que añade: 'Procuren que los niños no pongan las manos sobre la cinta lateral y que, si calzan sandalias con los dedos hacia afuera, extremen el cuidado'.
- No enreden. 'Me gustaría que los responsables de las piscinas públicas dieran instrucciones para que la gente que enrede a los demás sea advertida de manera convincente de que molestar puede acarrear la expulsión del recinto', dice Nicolás. 'Me paso toda la semana trabajando como una fiera y resulta que cuando llega el fin de semana y pretendo relajarme en alguna piscina pública siempre hay un grupito de personas molestas que me impide descansar con tranquilidad'.
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