Penti y Berlanas pisan fuerte

Todo discurrió como la seda en las semifinales de los 3.000 metros obstáculos, en los que Luismi Berlanas y Antonio Jiménez, Penti, acreditaron la superioridad que se les suponía. En el horizonte de la final sólo aparecen el francés Tahri y el holandés Vroeman, el nuevo plusmarquista europeo (8m 6,91s). A Tahri le vieron de cerca. Estuvo junto a ellos en todo momento en un ejercicio de control por parte de los tres. Jugaron un rato al póker, mirándose, en el típico juego de los que se sienten sobrados. No tenían más rivales y no era cuestión de grandes demostraciones, sino de atender a los pequeños detalles. Quedó claro que los españoles están en un buen punto, pero también Tahri, un atleta alto y flaco que se movió con comodidad durante toda la carrera.

Ganó Penti, que entró de la mano con Berlanas. Tahri les dejó hacer y ellos lo saben. Nadie gastó un gramo de energía en una carrera que vino ayudada por el cambio de ritmo del austriaco Weidlinger. El tirón dejó algunas víctimas por el camino, entre ellos el alemán Kallabis, campeón hace cuatro años en Budapest. Por entonces, Kallabis era el único especialista europeo que lograba medirse con los kenianos y los marroquíes, con la particularidad de que se empujaba con EPO. Le cazaron, le suspendieron y ya nada es igual. Se arrastró y quedó eliminado.

Vroeman impresionó en la segunda semifinal, en la que se dio un paseo. Hace apenas tres semanas batió el viejo récord europeo de Mahmoud. Lo hizo a una edad relativamente tardía, 32 años, pero el hombre tiene clase. Se desliza con facilidad, con la etérea ligereza de los atletas que están en el momento de su vida. Un pequeño latigazo le sirvió para abrir brecha y dirigirse con comodidad a la victoria. Para Eliseo Martín, el tercer español, fue un drama de carrera. Se clasificó a duras penas, con tantas dificultades -sufre una lesión en uno de los tendones de una rodilla- que parece totalmente descartado de la lucha por las medallas en la final del sábado.