El sevillano sin complejos

Por la megafonía del estadio se escuchaba al speaker proclamando el nombre del vencedor de los 3.000 metros obstáculos. ¡¡¡Antonio Jiménez!!! El speaker del estadio Olímpico de Múnich no sabe que Antonio Jiménez es Penti, y que así quiere que se le conozca en las pistas y fuera de ellas. Penti viene de Pentinel el apellido materno de este sevillano de 25 años, un tipo muy extrovertido, con un punto bastante acusado de fanfarronería. No es precisamente de los atletas que se declaran preocupados ante las grandes competiciones o ante rivales famosos. '¿Ídolos? Ninguno. Prefiero no tenerlos porque yo quiero ganar a todo el mundo'.

Le gusta tanto competir que gasta fama de problemático en ciertos aspectos de la carrera. Sus codos son famosos entre la grey de los obstáculos. Dicen que los utiliza a discreción y con mucha puntería. Así que en las carreras tumultuosas Penti se maneja como un gato callejero. 'Es que tiene instinto asesino cuando corre', dice algún compañero de equipo. Y, sin embargo, le ves y parece un tipo alegre y cordial, siempre dispuesto a tirar un chiste sobre la mesa, con un deje muy sevillano.

Su progresión en la prueba ha sido reciente, aunque lleva casi tres temporadas entre los mejores de Europa. Quizá habría que hablar de una progresión espectacular. Penti suele recordar que vio el Mundial de Sevilla' 99 en la grada. Tenía 22 años y su mejor registro era 8,37 minutos, un tiempo de cuarta fila que no hacía pensar en una ascensión tan rápida en los rankings. Un año después hizo 8,20 minutos. Y la temporada pasada habló con palabras mayores: 8,11 minutos, una de las mejores marcas de Europa. De repente, se había convertido en una de las grandes referencias españolas.

Penti llegó a los obstáculos después de un periplo poco habitual. De niño le gustaba el cross, pero acabó dedicándose a las pruebas de vallas por obligación. Era el único chico en un grupo de muchachas que sólo practicaban las pruebas de vallas. Tras contactar con Joaquín Múñoz, su entrenador, dirigió su incipiente carrera hacia el medio fondo, antes de descubrir los misterios del 3.000 obstáculos.

El año milagroso

A Penti le gustó tanto la especialidad que nadie le ha movido de ahí, a pesar de su versatilidad. Durante el pasado invierno completó una excelente temporada de cross, con una victoria en el Europeo de cross. Luego alcanzó el éxito en la prueba de 3.000 metros en los Europeos de pista cubierta, donde consiguió la medalla de plata. Ahora, el éxito más prestigioso: el triunfo en los 3.000 metros obstáculos. No hay duda de que es su año milagroso.

Suele decir que no es fácil dedicarse a su especialidad en Sevilla. 'No sabéis cómo pega el sol al mediodía cuando estás entrenándote', comenta a menudo. 'Y me tengo que entrenar a esas horas porque a mis compañeros no les gusta levantarse pronto'. Será duro entrenarse en Sevilla, pero Penti tiene compañía en el excelente grupo de jóvenes atletas que han surgido de la capital andaluza. Antonio Reina y Manuel Olmedo, son las dos principales esperanzas españolas en la prueba de 800 metros, y Raúl Fernández es un firme aspirante a conquistar hoy una medalla en el salto de longitud.

Penti se dedica al atletismo, pero es un apasionado del fútbol. Hincha irredento del Real Madrid, es una rareza en una familia acostumbrada a las apasionadas discusiones entre béticos y sevillistas. Todo eso queda para los momentos de distensión. En la pista piensa en otra cosa: en ganar. Hasta se permite fanfarronear sobre sus cualidades. 'Yo soy el rey de la ría a la línea de llegada', dice. Lo que significa que es temible en carreras de ritmo medio que se resuelven en la última recta. Como la de ayer.