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La rebelión de los futbolistas contra el calendario: demandas contra la FIFA y amenaza de huelga

Los jugadores pasan al ataque y acuden a la justicia belga europea para reclamar su derecho al descanso y proteger la calidad del fútbol limitando el número de partidos

Carvajal controla el balón en el partido de Champions contra el Stuttgart en el Bernabéu.
Carvajal controla el balón en el partido de Champions contra el Stuttgart en el Bernabéu.NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)
David Álvarez

Cuando Rodri cayó el domingo sobre la hierba del Etihad agarrándose la rodilla derecha, muchos recordaron sus palabras de cinco días antes sobre la saturación del calendario futbolístico: “Creo que es demasiado. Alguien tiene que cuidar de nosotros, porque somos los protagonistas de este deporte, o negocio, o como quieras llamarlo”, dijo. Y se mencionó la posibilidad de que los jugadores fueran a la huelga como medida de presión para tratar de forzar un cambio: “Creo que estamos cerca de eso. Es fácil de entender. Si le preguntas a cualquier jugador, dirá lo mismo. Es una opinión general de los jugadores. Si esto sigue así, llegará un momento en el que no tendremos otra opción”.

Las declaraciones del jugador del Manchester City y de la selección española suponían no solo un lamento particular, sino una de las señales más claras del cambio de estrategia de los futbolistas ante la saturación. El número de partidos aumenta esta temporada con el estreno del Mundial de clubes, el nuevo formato de la Champions y la ronda extra de cuartos de final de la Nations League. Además de manifestaciones como las de Rodri, varios sindicatos de futbolistas han emprendido una batalla legal por varias vías que de momento apunta a la FIFA.

Uno de los principales impulsores de este camino es el sindicato de jugadores de Inglaterra, la PFA, que junto al sindicato francés contrató hace unos meses a Jean-Louis Dupont, uno de los abogados que ganó el célebre caso Bosman en 1995. A mediados de junio presentaron una demanda en un juzgado de lo mercantil de Bruselas junto con la sección europea de Fifpro, el sindicato internacional —que comparte presidencia con el francés—, y a la que se adhirieron los italianos. Se trataba de la primera parte de una ofensiva legal contra la FIFA que seguirá el 14 de octubre con una queja a la Comisión Europea.

Ambas vías siguen en parte la senda legal abierta por los impulsores de la Superliga que concluyó en diciembre pasado con un fallo favorable del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Como entonces, cuando A22 acudió a un juzgado de lo mercantil de Madrid para protegerse, Dupont solicitó al juez de Bruselas que planteara una cuestión prejudicial al TJUE. La PFA cree que la introducción del nuevo Mundial de Clubes de la FIFA puede suponer una violación de los derechos de los jugadores de acuerdo a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, y que incluso podría ir contra las leyes europeas sobre competencia. Quieren que antes de que el juez de Bruselas falle, el TJUE aclare el alcance del marco comunitario sobre el derecho a las vacaciones y a la negociación colectiva. Lo que no han hecho es solicitar la suspensión cautelar del Mundial de Clubes.

Además de ese camino, la PFA y el sindicato francés se encuentran ultimando una queja a la Comisión Europea para cuestionar de manera formal que la FIFA sea al mismo tiempo regulador del fútbol mundial y organizador de competiciones. El esquema no solo recuerda al planteamiento de los impulsores de la Superliga con la UEFA: “Si no se hubiera producido el fallo de diciembre sobre la Superliga, esto sería más complicado”. A esta vía se han sumado varios campeonatos nacionales, entre ellos LaLiga, cuyo presidente, Javier Tebas, fue tan crítico con los ideólogos de aquel proyecto.

En este caso, tiene un objetivo claro, que lleva incluso a que él, como representante de la patronal, respalde un posible paro de los trabajadores: “Si esa huelga sirve para solucionar el tema de los calendarios, pero no para quitar clubes en las ligas nacionales, sino para que el Mundial de Clubes no exista, pues bienvenida sea, porque algo tiene que pasar”.

El presidente de AFE, el sindicato de futbolistas españoles, David Aganzo, tampoco descarta el paro, aunque lo contempla con mucha prevención: “Tenemos que verlo. Apoyamos a Rodri, pero estamos para informar y proteger en la parte legal. No pueden hacer una huelga ilegal. Llevamos tiempo trabajando”, dice. Y aprovecha para enviar un mensaje a Tebas: “Ahora que habla de la salud de los futbolistas, espero que se haya olvidado de los partidos fuera de España, en EE UU. Me alegro”.

Para Maheta Molango, presidente de la PFA, el cambio esencial es el paso adelante de los futbolistas: “Los jugadores más importantes se han responsabilizado. Y tienen una voz poderosa. Estamos contentos de escuchar a Rodri, a De Bruyne, a David Raya”, dice. El portero del Arsenal respaldó hace unas semanas los movimientos del sindicato en la última concentración con la selección española: “Nosotros confiamos completamente en que buscan nuestros intereses. Son ellos los que nos están cuidando y están haciendo todo lo posible para poder ayudarnos”.

El último informe anual de Fifpro incluye un resumen de la relación entre la saturación y las lesiones del doctor John Kiely, profesor asociado de Rendimiento humano e innovación de la Universidad de Limerick & Orreco: “Partidos cada tres días, viajes a través de varios husos horarios, estrés de los medios, presión por las convocatorias, problemas de sueño y minutos excesivos de juego sin una recuperación adecuada. Esta mezcla de cargas externas y retos psicoemocionales internos crea la Tormenta Perfecta: provoca inflamaciones, aumenta la sensibilidad de los tejidos, genera residuos energéticos que entorpecen las señales neuromusculares y distorsionan nuestras evaluaciones sobre la capacidad y la competencia”, explica. Y añade: “A nivel micro, los movimientos aprendidos se vuelven más irregulares. Se deteriora la finura del movimiento. Se acumulan los errores. A nivel macro, los movimientos habituales cambian al deteriorarse su calidad y nuestra percepción de los riesgos es menos fiable”.

Aparte de en los futbolistas, los problemas en su salud física y mental, tienen efectos en la industria, como explica Molango: “Afecta a la calidad del producto que vemos”. Se trata de algo a lo que Dani Carvajal ha apuntado en varias ocasiones en los últimos meses: “Es imposible que podamos mantener un nivel óptimo y el máximo rendimiento con tantos viajes; con la Intercontinental, un Supermundial de Clubes que cuando acaba la temporada te aleja un mes de casa cruzando un continente y con fechas FIFA de por medio”.

Destruir la industria

El presidente del sindicato francés, y de la sección europea de Fifpro, David Terrier, también celebra la reacción de los futbolistas: “Los jugadores entienden que no es solo por ellos, es por el fútbol. Si seguimos así, vamos a destruir la industria del fútbol. Ya basta”, dice. “Francia es el mejor ejemplo. Canal + ha dicho: ‘Lo siento, pero no tengo dinero para la Ligue 1, porque pago 480 millones por la nueva Champions’. No me preocupan los clubes grandes. El problema es para los medianos y pequeños. Hay menos dinero para la Liga”.

Este tipo de análisis está empezando a cambiar la visión del calendario en el gremio de los futbolistas, que solían pensar que se trataba del problema de unos pocos. En Inglaterra, por ejemplo, con las fechas extra de la Champions, desaparecen este año los replays, los partidos de desempate de Copa que suponían grandes recaudaciones para equipos pequeños. “No diría ciertas cosas si no fuera a los vestuarios y hablara con los jugadores”, dice Molango. Esta solidaridad ha apuntalado la ofensiva legal de la PFA y el sindicato francés a la que no se ha sumado la AFE: “Entendemos que igual que a por la FIFA habría que ir a por la UEFA”, dice Aganzo para explicar que no se hayan sumado a las demandas. Terrier explica que de momento la UEFA está dando alguna muestra más de escuchar que la FIFA.

Pero ninguno descarta la huelga, que aseguran que cuenta con un respaldo creciente de los futbolistas, aunque el sindicalista francés apunta la posibilidad de protestas previas: “Los jugadores pueden sentarse en el césped antes del pitido inicial, o pueden retrasar 15 minutos su salida al campo. Vamos a ir paso a paso. Pero si al final los futbolistas dicen que no quieren jugar...”. Molango también asegura que se trata de una posibilidad cierta: “No se puede descartar nada”.

Aganzo también ve crecer esa corriente, aunque prefiere la cautela: “Los futbolistas tienen la fuerza, pero hay que medirla bien”, dice. Aunque avisa: “Nos estamos armando para que las cosas cambien”.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.
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