Esposas de guardias civiles de Santa Pola denuncian falta de protección

'La inseguridad es patente, vivimos siempre esperando lo peor', relató ayer a este periódico la esposa de uno de los guardias civiles del cuartel de Santa Pola atacado por ETA. La falta de medidas de protección ha sido durante años uno de los asuntos en boca de las familias que han residido en esta casa cuartel destruida en parte por el coche bomba del domingo. La inseguridad y el afán de residir en una vivienda propia han llevado a una decena de familias de guardias a dejar los pisos del acuartelamiento y a afincarse en otras zonas. 'Los cuarteles se están cayendo y no hay presupuesto. Los guardias deben prestar mucha vigilancia y hacer servicios en el exterior, pero, ¿y sus familias? Estamos abandonados', apunta la esposa.

Soledad Bellver, portavoz de la Plataforma de Familiares y Simpatizantes por la Dignidad de los Guardias Civiles, desveló ayer que el cuartel de Santa Pola había recibido varias amenazas de bomba este año y las instalaciones fueron revisadas tres veces por los Tedax. La representante de la asociación -algunas de cuyas integrantes se entrevistaron con José Luis Rodríguez Zapatero, líder del PSOE- manifestó que la mejor medida de seguridad a favor de los cuarteles es que no existan como conjunto de viviendas: 'Los guardias deberían cobrar en torno a 60.000 o 70.000 pesetas más al mes para que pudiéramos alquilar pisos y convivir como todo el mundo, desvinculados del trabajo de nuestros maridos'.

Zapatero dijo que es necesario incrementar todos los medios y mejorar las instalaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. 'Este país puede permitirse mejorar esos medios. El apoyo a la Guardia Civil es necesario', afrimó.

También un portavoz de la Unión Federal de Policía de Alicante criticó la falta de medios materiales y humanos y recordó que su sindicato reclama que se adecuen los perímetros de seguridad en torno a los centros oficiales y que no se permita aparcar en sus aledaños, informa Rebeca Llorente.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, aseguró que se han extremado las medidas de seguridad para prevenir nuevos atentados. 'La Guardia Civil y la Policía Nacional siempre tienen las medidas de seguridad que ellos creen oportunas', afirmó.