Otra vez Latinoamérica

El viaje que Paul O'Neill, secretario del Tesoro de Estados Unidos, realizará esta semana a Suramérica ofrece una importante oportunidad para que la Administración de Estados Unidos abra un nuevo capítulo en sus tormentosas relaciones con la región.

O'Neill encontrará el continente en un estado lamentable. (...) El crecimiento se ralentiza en todas partes y el desempleo aumenta. Las políticas de libre mercado, que parecía que iban a ofrecer la esperanza de estabilidad y prosperidad a principios de los años noventa, son cada vez más impopulares. Las revueltas han empujado a los Gobiernos a detener las privatizaciones en Perú y Paraguay. (...) Hasta ahora, la Administración de Bush no ha ayudado mucho. Lejos de considerar Latinoamérica como una prioridad, según se prometió cuando el presidente George W. Bush accedió al cargo, el Gobierno de EE UU, centrado en su guerra contra el terrorismo, ha prestado una atención marginal al continente. (...)

En general, la Administración estadounidense tiene que encontrar una forma de revitalizar una política de libre comercio, muy dañada por los aranceles sobre el acero y los subsidios agrícolas. No será fácil. Pero la aprobación por el Congreso de la ley que otorga al presidente plenos poderes para negociar acuerdos comerciales internacionales es un importante paso en la buena dirección. EE UU no puede resolver los problemas latinoamericanos, pero como potencia regional y adalid de las reformas, tiene interés en ofrecer a sus ciudadanos una guía hacia una prosperidad renovada.

Londres, 5 de agosto