_
_
_
_
_

Pesadumbre en la colonia vasca

Los turistas y jubilados residentes en Santa Pola rechazan el brutal atentado terrorista

Santa Pola es el lugar escogido por centenares de vascos para veranear. Algunos, en el momento de su jubilación, han decidido incluso instalarse en esta localidad costera y de clima apacible. Ayer, los vascos y los turistas que se concentraban en la playa mostraban su repulsa e indignación por el brutal atentado de ETA.

Según estimaciones municipales, en esta localidad turística de 20.000 personas censadas, pero con 200.000 residentes durante estas fechas, los vascos son los terceros en importancia cuantitativa. Así, en este municipio, que multiplica por 10 el número de habitantes en agosto, el principal núcleo de turistas es el de las personas que residen en Elche durante el invierno y tienen fijada su segunda residencia en Santa Pola. Luego siguen en número los madrileños que veranean en este municipio, y en tercer lugar los turistas procedentes de Euskadi. El propio líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, durante años ha veraneado en las playas de Santa Pola.

Los veraneantes vascos son la tercera comunidad, tras la de ilicitanos y madrileños

Ayer, la mayoría de veraneantes y residentes optó por la condena del atentado, el anonimato y el silencio. Varios apartamentos y chalés de Playa Lisa son propiedad de turistas vascos; en la zona se localizan algunos restaurantes especializados en cocina vasca y se pueden ver estacionados numerosos vehículos matriculados en Bilbao, Vitoria y San Sebastián.

En la avenida de Valencia, el restaurante bar Avenida está regentado por José, quien recuerda: 'Mi hijo llegó precisamente de Vitoria anoche y nos cogió de camino a casa'. 'Estas acciones sólo hacen que jodernos a los que estamos y vivimos aquí', agregó el propietario de este bar que abrió hace cuatro años. Los turistas vascos que veranean en Santa Pola proceden de Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Oñati, Bergara, y de otros sitios como Pamplona o Burgos. En el mismo establecimiento otros turistas vascos toman una cerveza y prefieren evitar pronunciarse. 'No hay comentarios, ¿Qué podemos decir?', dice escuetamente un cliente resignado ante el brutal atentado terrorista.

A pocos metros, en dirección hacia el lugar del crimen, se encuentran dos restaurantes especializados en cocina vasca. En uno de ellos, Gorbea, tienen su lugar de encuentro y reunión los seguidores del Athletic de Bilbao. Allí, ni camareros ni propietarios quieren hacer valoración alguna. El dueño del restaurante Urkiola, Joseba, aclara antes de empezar a hablar que 'esto es ante todo un restaurante de Santa Pola, por encima de todo'. Y añade: 'Sobre el atentado, ¿qué quiere que le diga?, es una barbaridad lo que han hecho y no comulgamos con ellos'. Joseba, bilbaíno de nacimiento, reconoce la importancia de la comunidad vasca en la zona, y recuerda que este restaurante abrió sus puertas hace ocho años, aunque, después de 18 años residiendo en la Comunidad Valenciana, reconoce sentirse valenciano.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, condenó ayer el atentado 'especialmente en nombre de los vascos que visitan habitualmente la Comunidad Valenciana', ya que en otros puntos como Benidorm o Torrevieja la presencia vasca también es importante.

En la playa, a escasos metros de la arena, José, un padre de familia que acaba de llegar de Madrid para veranear por primera vez en Santa Pola, cuenta: 'El verano pasado estuvimos en Málaga, y allí vivimos otro atentado. Y ahora aquí, parece que nos persiguen'. El turista se dispone a adentrarse en la playa. 'Han destrozado dos familias y han causado dolor e indignación a todos. Entre todos debemos acabar con esto', concluye.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_