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'Hay que orillar la crisis y pactar con Rabat sobre inmigración'

Pregunta. Usted ha mantenido que Marruecos es el primer responsable gubernativo de la inmigración ilegal hacia Europa por el estrecho de Gibraltar. ¿Hasta dónde cree que llega esa responsabilidad?

Respuesta. Lo que yo sostengo es que la situación geográfica de Marruecos ha convertido las costas de ese país en la plataforma desde la que miles de personas intentan entrar de manera ilegal en la Unión Europea a través de España. Ahora bien, conviene clarificar que gran parte de estas personas son originarias de países del área subsahariana, por lo que también hay que decir que ésta es una situación, en cierto modo, sobrevenida para Marruecos.

P. El Ejecutivo andaluz ha mantenido siempre un diálogo bastante fluido con las autoridades marroquíes. ¿Cómo se ve ahora desde la Junta su política contra las mafias de traficantes de personas?

R. Éste es un aspecto en el que siempre hay que mejorar. A ambos lados, España también. Por el momento, se puede decir que algunas de estas mafias han abandonado la zona de Tánger y se han desplazado hacia el sur, frente a las costas de las Islas Canarias. Pero gran parte de la responsabilidad está también en el lado español. El Gobierno tiene que orillar la crisis bilateral y llegar a acuerdos sobre inmigración con Marruecos de manera urgente, urgentísima. La gravedad de la situación lleva los demás conflictos a un segundo plano. Ahora bien, no digo que se olviden, no soy quién para hacerlo, pero sí digo que son prioritarios los acuerdos sobre inmigración y combate a las mafias.

P. Las estadísticas están hechas sobre las acciones policiales con éxito, pero está claro que muchas más expediciones llegan y lo hacen a Andalucía y la Comunidad Canaria.

R. Así es. Las dos comunidades somos ahora la plataforma de recepción de estas personas en situación irregular. En su mayoría buscan entrar en la Unión Europea, pero nosotros siempre somos la primera línea. Ni Andalucía ni la Comunidad Canaria pueden ya acoger a tantos inmigrantes ilegales.

P. ¿El número de los que llegan puede desbaratar y desbordar los programas sociales previstos y diseñados con espíritu integrador?

R. Es un gran riesgo. Pero además tenemos que añadir el hecho de que estas personas son ilegales y están condenadas a seguir siéndolo, ya que desde el Gobierno se les obstaculiza cualquier vía para que regularicen su situación de residencia o trabajo. Por lo tanto, esta situación no se soluciona nunca.

P. ¿Qué actitud cree la Junta de Andalucía que debería tomar el Gobierno al respecto?

R. Para empezar, que se cumplan los acuerdos ya alcanzados para contratar a inmigrantes de manera controlada y adecuada. Por ejemplo, los acuerdos para contratar en origen a 20.000 trabajadores marroquíes se han quedado en nada. No ha habido ni una sola reunión de desarrollo de estos programas desde que se diseñaran el verano pasado. El Gobierno central se ha limitado a mantener una política de dureza verbal contra la inmigración que, por supuesto, no ha solucionado nada y los problemas y las tragedias, desgraciadamente, siguen ahí.

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