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Álvarez del Manzano seguirá de alcalde hasta el fin de la legislatura

El presidente evita relevar al alcalde por De la Merced, que podría ser ministra en un futuro

El presidente del Gobierno, José María Aznar, llamó la semana pasada por teléfono al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y le pidió que se mantenga en el cargo hasta el fin de la legislatura (mayo de 2003). El presidente, que emplazó al regidor a mantener una conversación más larga en septiembre, no le ha prometido ningún puesto concreto para cuando deje el Ayuntamiento. El alcalde ha aceptado, aunque llegó a pensar en retirarse antes de terminar la legislatura en favor de Mercedes de la Merced, su actual número dos. Pero ésta podría ser ministra en el futuro.

El presidente del Gobierno hizo llegar a Álvarez del Manzano, por vía indirecta, que tendrían una conversación reposada sobre el futuro del regidor y las razones de su caída como candidato a la alcaldía tras el debate sobre el estado de la nación, que se desarrolló los días 15 y 16 de julio. Esa charla no ha tenido lugar. Aznar llamó por teléfono a Álvarez del Manzano la semana pasada y apenas se entretuvo unos minutos para explicarle que no podría verlo en persona antes del verano. El alcalde, de hecho, ya se ha marchado unos días de vacaciones y es precisamente Mercedes de la Merced, su primera teniente de alcalde, la que ejerce de regidora en funciones en Madrid.

Aznar no le precisó muchas cosas a Álvarez del Manzano en su breve contacto telefónico. Pero fuentes del entorno del presidente en La Moncloa y de la dirección nacional del PP aseguran que sí le dejó claro que debía agotar su mandato en la alcaldía hasta el 25 de mayo de 2003, cuando se celebren las elecciones municipales. Dirigentes del PP habían insinuado que Álvarez del Manzano podría ser nombrado ahora presidente del Consejo de Estado, en sustitución de Íñigo Cavero, y que de esa manera podría dejar su cargo libre para que De la Merced ejerciera como alcaldesa de la capital durante casi un año. La primera teniente de alcalde no sólo tenía la pretensión de ser la nueva candidata a la alcaldía de Madrid, sino que llegó a pedírselo expresamente a Aznar varias veces.

Pero el presidente del PP estudió los análisis sociológicos sobre la situación política en Madrid que le facilitó Pedro Arriola, el experto en encuestas del partido, y trastocó todos los planes. Los sondeos lo reflejaban de manera nítida: la emblemática alcaldía estaba en peligro por el desgaste de los 11 años de gestión de Álvarez del Manzano y por el impulso renovador que ha significado la candidata del PSOE, Trinidad Jiménez. El presidente del Gobierno comprendió que el nuevo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha apostado personalmente por Jiménez, podría obtener una baza muy significativa en su carrera hacia La Moncloa si arrebataba Madrid al PP.

Por la prensa

Aznar convocó el domingo 7 de julio a La Moncloa al presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, y le ofreció la candidatura a la alcaldía de Madrid por creer que era el único aspirante que aseguraba la victoria del PP. Nada le contaron a Álvarez del Manzano, que albergaba aspiraciones de repetir como cabeza del cartel municipal de los comicios de 2003. Lo supo por la prensa. El alcalde acató con malestar, pero con disciplina, el desaire, y sólo pidió, incluso públicamente, un buen puesto en una gran empresa o ente público para cuando abandone la Casa de la Villa.

El alcalde ha hecho llegar a Aznar, también por vía indirecta, que le gustaría un cargo como el de presidente de Caja Madrid, que ostenta ahora Miguel Blesa, amigo personal del jefe del Gobierno. Ese deseo no será posible, pero nadie duda en el PP de que Aznar recompensará con una salida digna al regidor.

Aznar y Álvarez del Manzano se verán ya en septiembre, pero el presidente no tiene intención de comunicarle entonces al alcalde cuál será su destino. Quiere que concluya su mandato, durante el cual deberá enfrentarse a varias situaciones complicadas y especialmente a las acusaciones contra dos de sus concejales en varios mandatos por el polémico proceso de privatización de la funeraria municipal. Este caso será probablemente enjuiciado en otoño.

El presidente del Gobierno también ha mantenido una conversación con Mercedes de la Merced para explicarle la situación. La concejal le comentó que querría acabar su mandato y que luego pretende reorientarse a la actividad privada. Pero Aznar tiene otras intenciones. Cuenta con De la Merced para alguna función que no le precisó. Fuentes del PP aseguran que la primera teniente de alcalde será ministra cuando Aznar haga algunos ajustes, por ejemplo, si los ministros Josep Piqué o Jaume Matas son designados candidatos autonómicos para Cataluña o Baleares este mismo otoño o unos meses más tarde.

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