_
_
_
_
Desde el Pacífico
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Muertes en Silicon Valley

La crisis en Silicon Valley se refleja en la muerte empresarial y en la muerte a secas

EN SILICON VALLEY la crisis se vuelve drama y la simbolizan dos muertes recientes, la de un programador genial y la de un banco de inversiones.

El epitafio público de Gene Kan circula por la red como un ritornelo amargo en el pequeño mundo sin fronteras de los programadores y de los activistas de la tecnología de punto a punto.

Retomado por múltiples bitácoras, enviado por correo a un sin número de amigos, el artículo largo y cariñoso publicado en el Mercury News del 25 de junio empieza así: 'Durante su breve vida, Gene Kan vivió el sueño de Silicon Valley. A los 23 años fue evangelista de la revolución tecnológica detrás de Napster, ganó el apoyo de Marc Andreessen fundador de Netscape y la atención de la prensa de negocios. A los 24, vendió su start-up a Sun Microsystems en más de 10 millones y empezó a trabajar con Bill Joy, cofundador de Sun, soñando con nuevas posibilidades para la Internet. Pero en algún momento del fin de semana anterior al 4 de julio, Kan entró a su cuarto, cerró la puerta y se disparó un tiro en la cabeza. Tenía 25 años.'

El amargo epitafio público de Gene Kan circula por la Red en el pequeño mundo sin fronteras de los programadores y de los activistas de la tecnología P2P
El presidente de una empresa de programas para procesadores inventó ventas falsas por 11 millones de dólares (de un total de 13,7 millones)
Más información
ARTÍCULO SOBRE LA VIDA DE GENE KAN::

A su muerte cargada de simbolismo contribuyeron el hecho que pensaba no tener suficiente sentido de los negocios y que, absorbido en la frenesí de trabajo del valle, dejó que su madre muriera en China sin tomarse el tiempo de ir a despedirse de ella.

Poco días después, el 12 de julio, Robertson Stephens, un pequeño pero extremadamente dinámico banco de inversiones de San Francisco dejó de existir de manera abrupta y casi violenta.

El epitafio privado fue lapidario: 'Quieren que todos dejemos el edificio ahora' declaró John Conlin, principal ejecutivo de la empresa alrededor de las dos de la tarde de aquel viernes frente a los empleados reunidos para anunciarles la decisión de cerrar recién tomada por el accionista mayoritario. Fueron escoltados por guardias hacia la calle. Solo tendrían derecho de venir a recuperar sus efectos personales el lunes siguiente. Este final brutal simboliza el impacto de la crisis financiera y económica en la región.

El banco ganó 1600 millones de dólares en el 2000. Sus ejecutivos compraban coches de lujo, los empleados eran invitados a fiestas dispendiosas y participaban en bacanales delirantes. Luego, perdió dinero: el número de empresas que llevó a Wall Street pasó de 73 en 1999-2000 a 2 en el 2001 y 0 en el 2002.

La quiebra tiene que ver con la amenaza de considerables multas por irregularidades contables. No se trata de un hecho aislado. Las acusaciones de fraude vinculados con manejo de acciones pasaron de 2 en 1999 a 15 en 2001.

La última registrada es la de HPL, una empresa de software para microprocesadores basada en San José cuyo presidente inventó ventas falsas por un valor de 11 millones de dólares (de un total de 13.7 millones) en el primer trimestre del año.

Y por si esto fuera poco, las perspectivas económicas del sector informático son muy poco alentadoras. Las puntocoms siguen sin encontrar un modelo económico convincente. Y el sector de los microprocesadores, corazón del auge de Silicon Valley, no parece estar mejor.

'El segundo trimestre fue la tormenta perfecta' declaró el 17 de julio Héctor Ruiz, presidente del fabricante de microprocesadores AMD, con base en Sunnyvale. La venta de procesadores para computadoras bajó en un 35% con relación al año pasado. Al día siguiente, Transmeta, especializada en los chips para computadoras portátiles anunciaba su decisión de despedir el 40% de sus empleados.

Sin embargo, quienes poseen casa alrededor de la Bahía de San Francisco se pueden alegrar: el valor de sus propiedades aumenta. En una zona obsesionada por la innovación y las ganancias rápidas, la tradicional inversión en bienes raíces parece ser, hoy, la más promisoria... un colmo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_