Hacia 2004
Satisfacción contenida. Tras una temporada 2001-2002 que se ha caracterizado por una clara tendencia a la baja en todos los sectores teatrales, el festival de verano de Barcelona Grec 2002 ha podido, frente a todos los pronósticos, presentar un balance positivo. Más público y un índice de ocupación satisfactorio. Borja Sitjà se mostraba igualmente satisfecho por la respuesta cualitativa del público, es decir, por la aceptación de espectáculos que -como Extinció/Auslöschung, con texto de Thomas Bernhard y dirección de Krystian Lupa, interpretado en polaco y con una duración total de siete horas- cabía considerar de riesgo.
A la vista de este solo dato, Borja Sitjà debería, seguramente, extraer las consecuencias. Probablemente lo que el público barcelonés esté pidiendo a gritos sean espectáculos internacionales, con nombres propios sólidos, que nos acerquen las tendencias más relevantes de la cartelera internacional. Cumplió con este requisito el ya citado Extinció, el espectáculo sin duda más interesante del presente Grec, cuya primera función, pese al éxito masivo del último día, fue vista en un teatro vacío. Los otros que también cumplieron fueron La tragédie d'Hamlet, sobre el texto de Shakespeare y con dirección de Peter Brook, y el formidable Homebody/Kabul, con texto de Tony Kushner y dirección de Declan Donnellan. Como la proximidad de 2004 no suponga una aportación masiva de fondos para la cultura, lo cierto es que en la actual edición se habrá alcanzado el techo al que puede aspirar. En cualquier caso, la inhibición de la Generalitat y del Gobierno central, con aportaciones más o menos ridículas, resulta tanto más lamentable cuanto que, actualmente, el Grec es el único festival de verano de España que no es pura fachada político-cultural.
La falta de presupuesto suficiente afecta a otro ámbito tal vez más importante que el de la simple compra de espectáculos de ámbito internacional. El Grec ha producido y coproducido este año 24 espectáculos. Pero son sólo seis los que pueden ser considerados de gran formato -La ópera de cuatro cuartos, Edipo XXI, Fedra, Troilus i Cressida, XXX y Moll Oest- además de contar, todos ellos, con algunos de los directores más representativos del actual momento teatral catalán. El festival Grec es cautivo de las coproducciones, se ve obligado a pactos que le restarán capacidad de acción cuando el festival quiera llevarse, como habrá que hacer cuando coincida con el Fòrum 2004, hacia el máximo compromiso ideológico y artístico. Tal vez sea ésta la línea para el próximo Grec.
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