Un juez clausura por ruidos una zona del centro comercial Alcalá Norte
El gerente municipal de Urbanismo, Luis Armada, ordenó ayer, por mandato judicial, el cierre del muelle de carga y descarga del centro comercial Alcalá Norte (Ciudad Lineal) por sobrepasar el límite de decibelios permitidos en la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente. Una sentencia del juzgado número 14 de lo Contencioso-Administrativo de Madrid ha dado así la razón a los vecinos de la calle de José Arcones Gil, que llevaban años quejándose del ruido que producen los camiones al cargar y descargar.
'El nivel del ruido del muelle durante el día es de 80 decibelios , cuando el límite permitido es de 65. Se midió también en un piso y dio 55 decibelios, cuando el límite está, dentro de un inmueble, en 35', señaló Armada. En junio del año pasado, Urbanismo ya ordenó el cierre del muelle, pero los responsables del centro comercial presentaron un recurso ante el Ayuntamiento y Armada suspendió el precinto. Los vecinos, entonces, llevaron el caso a los juzgados. 'Es lamentable que hayamos tenido que pagar a un abogado para solucionar el problema', lamentó ayer Amelia Cámara, una vecina.
Salvador Bellido, presidente del centro Alcalá Norte y presidente de Copyme, una de las organizaciones que representa al pequeño y mediano comercio de la región, calificó la clausura de 'atropello'. 'Aquí de lo que se trata es de perseguir a los pequeños comerciantes; nosotros tenemos todas las licencias en orden. Los muelles no producen ruido', aseguró Bellido.
'Empleados en peligro'
El presidente de Copyme señaló que con el cierre de los muelles se pone en peligro 'el trabajo de 180 comerciantes'. El centro comercial, según Bellido, utilizará su entrada en la calle de Alcalá para efectuar la carga y descarga. Los empresarios exigen que se lleve a cabo otra medición de ruido porque están convencidos de que 'no hay motivos para el cierre'. 'El señor Armada no tiene ímpetu para derribar la iglesia de Fuencarral [Nuestra Señora de las Fuentes] pero sí para poner en riesgo a 600 empleados', dijo Bellido.
No es la primera vez que el centro Alcalá Norte está envuelto en polémicas. En 1969, el Ayuntamiento expropió unos terrenos, ocupados por un negocio de venta de yeso, para levantar un centro cívico. La expropiación le costó poco más de 144.000 euros, pero nunca construyó nada.
Los antiguos propietarios reclamaron en 1989 la devolución de sus terrenos. Su petición fue denegada por el Ayuntamiento, que en 1991 sacó la parcela a subasta por 37 millones de euros. Quedó desierta. Luego liquidó con ese suelo expropiado una antigua deuda que el municipio había contraído con la empresa San Fernando. Así, Urbanismo entregó esta parcela a esta empresa, que revendió la finca a otra sociedad, Ciudad Lineal 2000. Esta empresa levantó el centro comercial, inaugurado en 1999. El Tribunal Supremo condenó al Ayuntamiento a indemnizar con miles de millones a los dueños del viejo negocio de yeso.
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