Debate del Estado

El pasado 20 de junio fue la huelga general, unos días después, los cambios de ministros, seguidamente en el Congreso de los Diputados los Cuentos de las mil y una noches (Debate sobre el estado de la Nación) contados por el señor Aznar. Y si le faltaba algo al altarico, la isla Perejil. ¿Hay quién dé más en tan corto espacio de tiempo? Nadie podrá negar esta evidencia. La tomadura de pelo al ciudadano por parte del Ejecutivo no tiene vuelta de hoja, con el agravante de la prepotencia y la chulería del mismo. ¿Qué aportó de novedoso el señor presidente en su discurso? Son suyas estas palabras 'cero patatero'. Cambio del equipo ministerial. Tela marinera, tú eras de esto, ahora serás de lo otro, y así sucesivamente. El intelectual de la palabra Pío Cabanillas, haciendo honor a lo de pío, como se entienden los pájaros, no más comentarios. La huelga fue, según todo el gabinete ministerial, un fiasco. La evidencia estuvo en la calle. Son hechos muy serios ocurridos hace unos días. Llega algo que deja perplejo a medio mundo, y mi particular opinión de este asunto es sencilla y llanamente una metedura de pata. Que si la vía diplomática, que si patatín, que si patatán... y se da la orden de lo que todos sabemos. No me sorprende conociendo al ministro del ramo y a su jefe. Tenían que tener esa explosión de patriotismo. Y esperemos que no pasen de ahí. Lo preocupante es que están convencidos de que han hecho lo correcto. Algo que muchos países, y algunos amigos del entorno, no les parece que las cosas sean así. Por activa y por pasiva, en las ruedas de prensa dadas por el presidente después de hechos ordenados por él, siempre la misma cantinela: 'No necesitamos mediadores'. Quedan, una vez más, en evidencia. Son los EE UU los intermediarios, y asunto resuelto, y el señor Bush no es precisamente una hermanita de la caridad. Todo se hablará en septiembre. Qué desastre de hombre para la historia.